Los socialistas y el Gobierno, de acuerdo en someter la LOAPA al Tribunal Constitucional antes de que entre en vigor

El Pleno del Congreso rechazó ayer, por una abrumadora mayoría formada en torno a UCD y PSOE -y la abstención de Coalición Democrática (CD)-, las enmiendas a la totalidad del proyecto de ley orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA) formuladas por nacionalistas y comunistas. Momentos antes, el secretario general del PSOE hizo una "propuesta pacificadora" consistente en que el Gobierno suspenda la aplicación de la ley hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre ella. El ministro de Administración Territorial agradeció la propuesta y anunció que el Gobierno planteará ante el alto tribunal la cuestión previa de constitucionalidad, para, "tranqulizar a los grupos que se oponen a la LOAPA".

La respuesta de éstos a la propuesta socialista fue diferente. Mientras la Minoría Catalana se mostró satisfecha, el PNV estimó que no significaba nada nuevo, ya que la interposición de los recursos anunciados contra la LOAPA paralizarán la vigencia de la ley. Los comunistas la valoraron como una oferta "propagandística". La consulta se hará al término de la tramitación de la LOAPA en el Senado.Felipe González hizo invocaciones al sosiego, la cordialidad y la sinceridad, tras las duras críticas recibidas por su partido a propósito de los acuerdos autonómicos con el Gobierno y de la decisión de elaborar la LOAPA. El tono conciliador no impidió al líder socialista recordar a Miguel Roca, uno de los diputados que vinculó el nacimiento de la LOAPA al 23-F, que la Minoría Catalana cambió su posición anterior a esa fecha y apoyó al Gobierno de Calvo Sotelo en la votación de investidura inmediatamente posterior al intento golpista. También se congratuló de la "ardiente defensa de la Constitución" realizada "por quienes no la votaron", referencia al Partido Nacionalista Vasco.

Apeló a la prudencia de todos y estimó peligroso argumentar con la actitud de cualquier grupo terrorista, aunque reconoció que hay que hacer esfuerzos para restarle base social, como habrá que restársela también, dijo, "a quien no crea en la Constitución, en las autonomías o en España". Rechazó los juicios de intenciones contra los autores de la LOAPA, en ocasiones por parte de quienes se apearon de la negociación por razones ajenas a la ley.

El secretario general del PSOE negó que la LOAPA recorte los estatutos, pero ante las críticas formuladas por su supuesta inconstitucionalidad, propuso al Gobierno que no la aplique hasta que el Tribunal Constitucional resuelva los recursos anunciados contra la misma. %Por qué no esperar unos meses", preguntó Felipe González, "para que la aplicación de la ley cuente también con el apoyo del Tribunal Constitucional?".

A la aceptación de la Minoría Catalana siguió la valoración del portavoz del PNV, Marcos Vizcaya, quien consideró que se trataba de "echar sobre las espaldas del Tribunal Constitucional toda la responsabilidad política de la LOAPA". El comunista Jordi Solé Tura denunció el intento socialista de desplazar el centro de gravedad hacia el PSOE y situar a UCD "en una posición subordinada".

Sometidas a votación las enmiendas que solicitaban la devolución del proyecto de ley al Gobierno, mediante votación nominal solicitada por los nacionalistas catalanes y vascos, el resultado fue de 39 votos favorables a las enmiendas, 207 contrarios y trece abstenciones (CD, los diputados del Grupo Mixto Ramón Tamames y Manuel Clavero, el centrista catalán José Arnau y el socialista Cipriano García).

Fraga 'se descuelga' de la LOAPA

Teniendo en cuenta las acusaciones nacionalistas y comunistas contra la LOAPA por su carácter antiautonomista y reformador, de hecho, del título VIII de la Constitución, la mayor paradoja del debate estuvo en la actitud de CD al descolgarse de su aprobación, mediante la abstención. Antonio Carro explicó esta, posición en "razones técnicas y políticas", y especialmente por el "dogmatismo y la voluntad excluyente de quienes pactaron la LOAPA". Carro descalificó la intervención del centrista Juan Manuel Reol -quien había abierto la sesión de ayer en respuesta a los enmendantes a la totalidad- diciendo que Ias contestaciones de un ilutre farmacéutico no habían convencido a personas expertas en derecho". Reol recordó que la tribuna del Parlamento no es patrimonio de los juristas y felicitó a Alianza Popular por la designación de un médico al frente de la comunidad autónoma gallega.

Se registraron instantes de tensión cuando el ministro de Administración Territorial, Arias-Salgado, manifestó la sorpresa por la actitud de CD, "coincidente con los argumentos nacionalistas", y Carro replicó que tal sorpresa era "una mentira". El presidente de la Cámara pidió a Carro que midiera sus palabras, pero este insistió y justificó la expresión en la advertencia reiterada realizada por su grupo al ministro de Administración Territorial de que, si no se aceptaba una determinada enmienda, CD se abstendría. Finalmente retiró el epíteto, "por atención a la presidencia".