Pedro Córdoba

ha sido el ganador de la primera edición del premio Elysée de novela corta manuscrita, fallado recientemente en Sevilla y dotado con trescientas mil pesetas. La obra triunfadora entre más de 120 concursantes se titula Lago Atiplan. Para el escritor "Borges es el padre del relato corto, el maestro", informa José Aguilar. Aunque su novela tiene un estilo sencillo y ajeno al barroquismo de Borges, éste aparece en el prólogo como personaje y todo el texto parte de una concepción borgiana de la teología como rama de la literatura fantástica. "Es una novela teológica, pero de una teología irreverente, algo sacrílega y mezclada con dosis de libertinaje", afirma su autor. Lago Atiplan es una ficción, una leyenda imaginada, que se ubica en un paisaje volcánico impresionante de Guatemala y cuenta el enfrentamiento entre dos curas, un franciscano y un dominico, que tienen opiniones muy contrapuestas sobre cómo evangelizar a los sucios americanos. Pedro Córdoba, de 33 años, hijo de españoles exiliados a Francia tras la guerra civil, es profesor de Lengua y I,iteratura Española dependiente de la Universidad de Touloui;e. Esta ha sido su primera novela llevada a un concurso, aunque la idea de la novela la compartía con su compañero Philippe Roger. Córdoba se interesó por el premio Elysée a causa de la originalidad de exigir que las novelas concursantes fuesen manuscritas y convenció a Ptiilippe Roger de la conveniencia de reactualizar un antiguo proyecto común. Además del primer premio al texto, Rafael Córdoba obtuvo una de las tres distinciones a la mejor caligrafía. Lago Atiplan se publicará en octubre, aderezada con dibujos del propio autor, estando prevista también su aparición en alemán.