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La guerra en el Atlántico sur

Combates cuerpo a cuerpo entre británicos y argentinos por la capital de las Malvinas

La batalla más cruenta y decisiva de la guerra de las Malvinas continuaba librándose ayer en las colinas cercanas a la capital del archipiélago, donde fuerzas británicas y argentinas llegaron a combatir cuerpo a cuerpo en ocasiones, con un saldo de bajas que se estima muy elevado en ambos bandos.El Estado Mayor conjunto argentino reconoció ayer que los atacantes habían avanzado casi cuatro kilómetros hacia Puerto Argentino (Port Stanley), pero restó importancia a este hecho de cara al resultado final de la batalla. Las tropas argentinas se habían "reagrupado" al este, es decir, retrocedido hacia la capital, "a fin de estabilizar la situación", añadió el comunicado oficial difundido en la madrugada de ayer, cuando los combates duraban ya más de veinticuatro horas.

Pese al mutismo de Londres y a la escasa información suministrada por Buenos Aires, lo violento de los choques y la gran cantidad de hombres y equipo bélico empleado por los ingleses en esta operación hacen pensar que el general Jeremy Moore se ha decidido por fin a lanzar el asalto definitivo contra los aproximadamente 7.000 defensores de la capital insular.

Como en una tragedia

Desde que esta crisis del Atlántico sur comenzó con la ocupación argentina del archipiélago, los Gobiernos del Reino Unido y de Argentina han ido deslizándose inexorablemente, como personajes de tragedia griega, hacia este enfrentamiento final en el campo de batalla.

Las esperanzas de una solución pacífica se diluyeron completamente hace ya muchos días, y sólo razones estratégicas o climatológicas han podido retrasar este combate, que se inició cuando el Papa Juan Pablo II rezaba por la paz en Argentina y cuando este país sigue pendiente del Campeonato Mundial de Fútbol, cuyo partido inaugural, con la actuación del equipo argentino, fue retransmitido ayer en directo desde Barcelona por todos los canales de televisión.

Según la versión argentina, los enfrentamientos comenzaron en la madrugada del sábado, cuando un total aproximado de 4.500 soldados británicos "muy bien equipados" y con armamento "de alta tecnología" emprendieron su avance hacia Puerto Argentino y conquistaron el monte Dos Hermanas y también el monte Harriet, siendo contenidos más tarde en el frente formado por los montes Langdon y Harriet.

El establecimiento de este frente supone un avance de los atacantes en dirección oeste-este de aproximadamente cuatro kilómetros, lo que para el Estado Mayor argentino "no configura de por sí un hecho determinante de éxito o fracaso, pues depende de la concepción operativa de la defensa". Un portavoz militar explicó que en la defensa dinámica" establecida por el general Menéndez cabe el "repfiegue ordenado" frente a la ofensiva enemiga, para adoptar mejores posiciones y evitar que las líneas defensoras queden rodeadas por los atacantes.

Los ingleses parecen estar empleando toda su capacidad de fuego y han utilizado por vez primera en gran escala helicópteros con artillería. El comunicado oficial argentino de ayer reconocía que los británicos tienen "gran disponibilidad de medios y buenos elementos de apoyo", aunque aseguraba que las tropas defensoras tienen un buen nivel técnico, están adecuadamente equipadas y poseen un excelente espíritu de combate.

Los combates del viernes se calificaron de "encarnizados" en fuentes militares argentinas. Morteros y otras armas portátiles de infantería han sido ampliamente utilizados en estos enfrentamientos, causando "fuertes pérdidas" por ambas partes. La actividad aérea no fue aparentemente muy intensa, aunque los argentinos anunciaron que habían derribado un Harrier inglés y averiado otro.

Dos fragatas

El Estado Mayor insistió en que una fragata británica resultó hundida y que una segunda había sufrido graves daños. La incursión aérea se produjo cuando unidades navales inglesas bombardeaban a los defensores de Puerto Argentino.

Las identidades de las dos mujeres, una británica y malvinense la otra, que murieron a causa de estos bombardeos navales fueron dadas a conocer ayer por el Estado Mayor argentino, así como las de tres británicos y una malvinense que resultaron heridos.

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