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Doce personas asistieron al funeral por la esposa del pintor en el castillo de Pubol

El cuerpo embalsamado de Gala Dalí (Elena Diakonoff Deanlina), esposa del pintor Salvador Dalí, fallecida el pasado jueves, descansa desde las seis de la tarde de ayer en el panteón construido para este propósito en el interior del castillo de Pubol (Gerona), propiedad del matrimonio Dalí. Este panteón se ha excavado en el centro de una habitación de cinco metros de ancho por doce de largo cuyas paredes y bóveda son de piedra con cuatro arcos que la sustentan. Dalí, que se halla gravemente afectado por la muerte de su esposa, no asistió a la ceremonia, en la que estuvieron presentes sólo doce personas del entorno del artista. Se informó que Dalí, que vive en el primer piso, bajaría a la tumba después del entierro.

En un principio, Dalí quería estar solo con Gala en la ceremonia final del entierro, pero fue convencido por algunas personas de su entorno para que se dejara acompañar. Entre quienes intervinieron cerca de Dalí para que abandonara su deseo de soledad estuvo el presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, según informaciones que recogió Efe.La ceremonia se desarrolló según el ritual católico, e integramente en catalán, excepto al principio, cuando el celebrante pidió, en castellano, permiso para hablar en su propia lengua. La difunta estaba vestida con una túnica blanca.Al panteón fúnebre del castillo de Pubol se llega directamente desde el jardín por una ancha puerta de piedra. La tumba propiamente dicha es capaz para dos féretros, lo que hace suponer que Salvador Dalí también tiene previsto hacer de ella su última morada para cumplir su deseo de "dar eternamente la mano a Gala". El panteón se halla rodeado de una pared de ladrillo de casi un metro de altura, de estilo funcional.

Alrededor de la tumba hay varias esculturas, una de las cuales representa un caballo casi de tamaño natural. Al fondo de la habitación hay una escalera de acceso a las dependencias interiores. Se da por seguro que Salvador Dalí dejará próximamente su casa de Port Lligat e irá a residir definitivamente en este castillo.

La ceremonia de la inhumación del cadáver de Gala se celebró en la intimidad más estricta por expresos deseos de su esposo y fue muy breve, ya que el párroco, Joaquín Goy Esteban, solamente rezó un responso y algunas oraciones. Estaban presentes algunas personas allegadas a la familia, entre las que se encontraban su abogado Miguel Domenech, su secretario Robert Descharnes, los doctores que la atendieron, Vergara, Cos y Puigvert, entre otros. También estaba el pintor Pixot y los primos del pintor, Gonzalo Serra, director general de Radio España en Barcelona, y Montserrat Dalí, así como el director del Instituto de Arte Hispánico de Barcelona, José Gudayol.

La herencia

Ayer mismo se reunió con carácter de urgencia el patronato que rige los destinos del museo Dalí de Figueras para aclarar la situación en que queda la herencia. El vicepresidente del patronato y alcalde de Figueras, Eduardo Puigvayreda, manifestó que "la colección denominada de Gala aún no ha sido inventariada y ni siquiera se sabe cuáles son las obras del museo que le pertenecen". Sin embargo, añadió que se estima que estas obras suman una media docena y que el museo ha sido cerrado estos días en señal de duelo.Se sabe que el testamento de Gala fue redactado hace cuatro o cinco años ante el notario de Figueras, pero aún no se ha dado a conocer su contenido. Cecile, la única hija de Gala, que nació de su matrimonio con el poeta francés Paul Eluard, no acudió al entierro. Se ha dicho que Cecile intentó ver el pasado lunes a su madre moribunda, pero no se le dejó entrar en la residencia de Port Lligat.

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