Sobre la sentencia del 23-F
Muchas de las opiniones vertidas sobre la sentencia del 23-F comienzan por manifestar su respeto a quienes la han dictado. Y no sé a qué quieren referirse. Porque yo, impasible, y, por supuesto, respetuoso el ademán, me sumaría, no obstante, a una hipotética fila de esos ciudadanos que el Forges alinea para participar en el disfrute de singulares, y a la par sencillas, atracciones verbeneras, provistos de un D. Nicanor o prestos los dedos para la pedorreta o la tobita al motivo alegórico. Pues creo obvio que una institución, por el mero hecho de estar incardinada en un Estado de Derecho, no es necesaríamente democrática, ni merece respeto por benemérita, honorable y patriótica que se autocertifique. Pasaron ya las adhesiones o respetos inquebrantables, que hay que ganarse a pulsó día a día y en los hechos. Como alguien que yo me sé y a quien han tratado de ensuciar los delincuentes. /
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.