Comienza en la ONU la sesión especial sobre desarme

La Asamblea General de las Naciones Unidas abrió ayer una sesión especial de cinco semanas consagrada al desarme. En ese tiempo dieciséis jefes de Estado y de Gobierno y no menos de setenta ministros de Asuntos Exteriores manifestarán desde la tribuna los puntos de vista de los miembros de la ONU.Esta es la segunda sesión de la Asamblea sobre el tema del desarme. La primera se celebró en mayo-junio de 1978, en una atmósfera de relativa indiferencia. Su principal resultado fue el hacer participar a Francia y la República Popular China en unas negociaciones de las que estaban ausentes. El clima es hoy diferente y una parte de la opinión pública -entre la que se encuentra la de Estados Unidos, donde el movimiento antinuclear crece muy rápidamente-está dispuesta a intentar hacer que se entiendan los Gobiernos.

Los 157 Estados miembros de la ONU expondrán sus puntos de vista sobre un problema de extrema complejidad, unido inevitablemente al estado de las relaciones internacionales. La mitad de los Estados miembros se manifestarán por medio de sus ministros de Asuntos Exteriores y otros dieciséis por medio de sus jefes de Estado o de Gobierno. En trabajos de comisiones se elaborarán programas, se intentarán conciliar temas que puedan parecer demagógicos y se establecerán las verdaderas necesidades de la limitación controlada de los armamentos.

Las primeras reacciones ante la conferencia ya comienzan a darse a conocer y Pravda, órgano oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética, denunciaba ayer que es posible que Estados Unidos y los países de la OTAN "intenten transformar la discusión en confrontación". Pravda afirma, refiriéndose a Estados Unidos, que los hechos "demuestran que hubo países que no fueron sinceros cuando hablaron de desarme hace cuatro años, en la primera sesión especial de la ONU".