El presupuesto para el programa FACA es de 170.000 millones, según el Gobierno

El programa FACA, que prevé la adquisición de nuevos aviones de combate para las Fuerzas Armadas españolas, supone una cifra inferior a los 170.000 millones de pesetas, expresada en pesetas constantes del año 1982. Así lo afirma la respuesta del Gobierno a una pregunta parlamentaria del Partido Socialista. Dicha contestación afirma expresamente que "no es exacto que estén en juego en el programa FACA cifras del orden de los 400.000 millones de pesetas."Dicha respuesta gubernamental ofrece datos sobre la evolución de las diversas frases del programa, así como de las ofertas presentadas por las casas constructoras. Coincidiendo con la entrega de estas últimas y debido a dificultades presupuestarias -dice el Gobierno-, el general jefe del Estado Mayor del Aire decidió reducir el número de aviones F-18A a 84 -inicialmente se proyectaban 144- manteniendo para la posible opción del F-16 la cifra de 96 y eliminando de la relación de posibilidades al F-18L.

Los criterios para la elección debían responder a las siguientes especificaciones: responder a una misión preponderante disuasoria; énfasis en las acciones de ataque aire-superficie, dentro de la cualidad de polivalencia que ha de tener un sistema de armas para una nación de tipo medio; tiempo mínimo de perminencia en servicio en el Ejército del Aire de veinte años; alto grado de operatividad y autosuficiencia en el aspecto logístico; y no condicionamiento de la elección del tipo de avión a una posible entrada de España en la OTAN.

En la directiva inicial del planeamiento se especificaba, además, que el nuevo sistema de armas fuese de procedencia norteamericana, ya que, al sustituir a aviones de la misma procedencia, se respetaba la política de adquisición de material para mantener un equilibrio entre dos fuentes de suministro (americana y europea) para evitar la dependencia de una sola de ellas.

Dentro de los modelos evaluados figuraban también el Mirage 2000 y el Tornado. El primero de ellos, de fabricación francesa, no fue considerado aceptable. En cuanto al Tornado, del que está dotado la Fuerza Aérea británica para misiones muy específicas, no fue tampoco considerado adecua do para el combate aire-aire.