Felipe González afirma que los resultados contribuyen a la estabilidad democrática al dar opción mayoritaria a un partido
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtuvo ayer la mayoría absoluta en el Parlamento andaluz, según se desprende de los últimos resultados sobre las elecciones autonómicas andaluzas de que se disponía a primera hora de esta madrugada. De acuerdo con estos datos, el PSOE habría conseguido más del 52% de los votos y obtendría alrededor de 65 escaños de la cámara autonómica regional, lo que supone la mayoría absoluta.
En una conferencia de prensa esta madrugada, Felipe González se negó a extrapolar los resultados y agradeció al pueblo andaluz su esfuerzo de participación y la con fianza depositada en el PSOE. El secretario general socialista puso de relieve la importancia de los resultados electorales en Andalucía para la estabilidad democrática por cuanto daban la opción mayoritaria a un partido. Escuredo, por su parte, anunció que esperaba tener formado gabinete para antes del mes de agosto, y que en el mismo cabría algún independiente, pero nunca "un submarino de algún otro partido".Junto a la clara victoria de los socialistas, el dato más destacado de estas elecciones fue la derrota de UCD, partido en el Gobierno que pasa al tercer lugar en estos comicios andaluces, con cerca de un 14% de los sufragios, casi un 18% menos de los que obtuvo en las últimas elecciones legislativas, en marzo de 1979.
En segunda posición quedó Alianza Popular, lo que le convierte en otro de los grandes triunfadores de esta jornada. En las últimas elecciones generales, AP apenas sobrepasó el 4% de los votos.
El Partido Socialista Andaluz (PSA), que constituyó la sorpresa de las elecciones generales de 1979, quedó relegado a un quinto puesto, con un porcentaje de votos próximo al 5%, detrás del Partido Comunista, que se situó en cuarto lugar, con cerca de un 7% de los votos. Alejandro Rojas Marcos, secretario general del PSA, y número dos en la lista de su partido por Sevilla, muy probablemente no obtendrá escaño en el Parlamento andaluz, de acuerdo con la proyección de resultados finales de que se disponía a primeras horas de hoy.
Alto grado de participación
Otro dato destacado de la jornada fue el aceptable grado de participación, próximo al 62.5% (incluidos los votos por correo), teniendo en cuenta que los errores del nuevo censo, la jornada festiva y el fuerte calor registrado en las provincias del interior constituyeron serios obstáculos para una mayor participación. Los representantes de los distintos partidos valoraron muy positivamente el grado de afluencia a las urnas registrados en la jornada de ayer.
El hotel Los Lebreros, escogido como sede por los socialistas durante la noche electoral, se fue llenando según avanzaba la noche. A partir de las once, cuando ya se conocía la posibilidad de que el PSOE tuviera la mayoría absoluta, la afluencia de periodistas se hizo masiva, y en el hall del hotel había quien bailaba sevillanas. A las 12.45 horas Felipe González, Rafael Escuredo, Alfonso Guerra y José Rodriguez de la Borbolla se presentaban en la sala de prensa, seguros de su triunfo.
Alfonso Guerra leyó los resultados del sondeo del PSOE, que daban para su partido 62 diputados, por 20 de AP, 18 de UCD, 5 del PCA y 4 del PSA, partido en el que Rojas Marcos, segundo en la lista por Sevilla, se quedaría sin escaño.
Los líderes socialistas explicaron el fracaso de UCD como un claro resultado de su incoherencia política para Andalucía, y respecto al resultado del PSA, Rodríguez de la Borbolla dijo: "Está claro que los andaluces han sabido quién podía realmente representar sus intereses".
Escuredo, por su parte, anunció que esperaba tener formado gabinete para antes del mes de agosto, y que en el mismo cabría algún independierite, pero nunca "un submarino de algún otro partido".
Asimismo Escuredo anunció que contaría con la colaboración de los otros partidos y de las distintas fuerzas sociales en la construcción de Andalucía, pero, "no admitiremos imposiciones de nadie", dijo.
AP: oposición constructiva
Durante la noche se advirtió en los hombres del PSOE un deseo por contener la euforia que los primeros resultados pueden provocar en el partido, lo cual no impidió que en el hotel se brindara con champán y que los cuadros del partido mostraran ostensiblemente su alegría. Sin embargo, las manifestaciones de júbilo en la calle fueron más bien escasas en las principales capitales andaluzas. Pequeñas caravanas de coches recorrieron algunas calles de Sevilla, donde a las 2,30 de la mañana ya prácticamente no había nadie fuera de sus casas.
El secretario general de Alianza Popular, Jorge Verstrynge, declaró esta madrugada a EL PAIS que el segundo puesto en estas elecciones no se lo ponían en duda ni las emisoras de radio y añadió que iban a realizar una oposicion constructiva, tendente a arreglar los principlales problemas de Andalucía, principalmente el paro. Verstryrige añadió que "si UCD no se decide por la mayoría natural, la responsabilidad va a ser de ellos", y preciso que ya son dos acontenciemntos, las elecciones gallegas y andaluzas, las que confirman su tesis.
En la sede de Unión de Centro Democrático los resultados se fueron recibiendo con una creciente decepción conforme avanzaba el escrutinio. Los líderes centristas insistían, en sus contactos con los periodistas, en que el alto porcentaje de abstención podría distor sionar la votación.
Sobre las 23.00 horas, la ministra de Cultura, Soledad Becerril, declaraba a este periódico que los resultados afectan exclusivamente a la comunidad autónoma andaluza y que, en consecuencia, no tenian porqué implicar cambios sustanciales en la política nacional, a la vez que reafirmaba la necesidad de UCD como partido de centro, moderado y reformista.
De todos modos, el pesimismo era notable entre todos los dirigentes de UCD, incluida la propia ministra, que a las dos de la madrugada hizo acto de presencia en el centro de datos de la Junta de Andalucía, donde recibió la novedad por parte del director del centro emisor de Televisión Española en Sevilla, Ignacio Romero de Solís, que le hizo un resumen, mientras esperaba que la entrevistasen, de todas las interveniziones de líderes de UCD.
El dirigente del Partido Socialista de Andalucía, Emilio Lechuga, se negó a aceptar esta madrugada que su partido hubiera fracasado en estas elecciones, y justificó la derrota de su partido diciendo que "ha habido una camapaña electoral que ha sido polarizada por los dos grandes partidos de la la dereIcha y la izquierda. Nosotros hemos intendado luchar contre este factor, pero no hemos podido. Nos lo han impedido el gran despliegue de medios de los dos grandes partidos y la imposibilidad de contrarrestar la campaña de insultos y difamaciones".
El secretario del comité provincial de Sevilla del PCA, Juan Bosco, dijo a EL PAIS, hacia las dos de esta madrugada, que se abstenga de hacer ningún tipo de declaración hasta que no dispusiese de datos oficiales más fiables.
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