Roban 25 millones de pesetas en una joyería de la calle Jorge Juan por el procedimiento del 'butrón'
La joyería Núñez, situada en la calle Jorge Juan, 4, fue atracada el pasado miércoles por el procedimiento del butrón, que consistió en practicar un agujero en el sótano, penetrar en el establecimiento a través del alcantarillado sobre el que se levanta el edificio y, desde allí, excavar los cuatro metros que separan el alcantarillado de la trastienda de la joyería. Los ladrones, que aprovecharon las horas de cierre del mediodía, se llevaron un botín de más de veinticinco millones de pesetas en joyas, según la policía, aunque el propietario, Antonio Núñez, afirma que el robo no fue superior a los diez millones de pesetas en joyas y a 55.000 pesetas en efectivo.
El hueco por el que los ladrones consiguieron introducirse en la tienda está situado justamente debajo de una silla del despacho localizado en la trastienda, en la que habitualmente se sienta a trabajar el propietario del establecimiento. Al fondo del pequeño boquete, hecho en su parte final con una sierra de madera, con la que atravesaron veinte centímetros de espesor del suelo, puede verse todo un laberinto de tubos hierro y uralita que recorren una compleja red de alcantarillado. En las proximidades no hay ningún estacionamiento para coches ni ningún sótano que facilitara los trabajos de excavación a los ladrones.El propietario del establecimiento cuenta que los inspectores de la policía que en la tarde del miércoles acudieron al establecimiento una vez puesta la denuncia le aseguraron que el pozo excavado para entrar en la joyería no se ha hecho en menos de año y medio, y que la parte final, el recorte del suelo, fue hecho en el momento antes de penetrar en la joyería.
"Aquí, en ningún momento oímos ninguna clase de ruido", explica la mujer del propietario del establecimiento. "Suponernos que excavarían a las horas en que sabían que no estábamos en la tienda. El mismo miércoles, a las dos en punto nos fuimos a comer (en la tienda trabaja la familia del, propietario, formada por su mujer y su hija). Cuando volvimos, a las 4.30 de la tarde, vimos las estanterías de los escaparates vacías, y los cajones abiertos. Habían robado. Pero la puerta estaba cerrada, y los escaparates, intactos. Tardamos tiempo en ver el sitio por el que habían entrado, y nos quedamos asombrados. También se habían marchado por el mismo hueco".
Antonio Núñez explica que los ladrones se desconoce el número, así como todo tipo de pistas lograron llevarse las 55.000 pesetas en efectivo que había en la caja registradora y joyas valoradas en diez millones de pesetas. "Cogieron todo lo que había en los cajones y en el escaparate. No se llevaron más porque las piezas de más valor las retiramos cuando cerramos la joyería".
La hija del propietario dice que aún no pueden salir de la perplejidad que les ha causado el método utilizado para cometer el robo. "Antes nos intentaron atracar en dos ocasiones, pero nunca por métodos tan rebuscados. Además, dada la complejidad de la red del alcantarillado, me temo que los autores tienen que conocer muy bien los planos de toda esta zona. Yo me temo que pueden haberlos robado en algún despacho del ayuntamiento y luego haber trabajado sobre ellos. Es la única explicación lógica que se me ocurre a lo ocurrido".
Los dos atracos anteriores se produjeron hace alrededor de dos años. En el primero de ellos, cinco personas armadas con pistolas entraron en la tienda. Antonio Núñez, el propietario, consiguió hacerlas frente con su revólver, de forma que los atracadores salieron huyendo sin ninguna clase de botín.
El segundo robó se produjo poco después, y los tres ladrones fueron detenidos por la policía. Solamente se pudo recuperar parte del botín. Ahora, el dueño se lamenta de que, pese a contar con todos los dispositivos de seguridad existentes, los ladrones hayan recurrido a un método totalmente insólito. "Lógicamente, en el suelo no tenemos sistema de alarma, y por ahí han entrado".
