El espectáculo continúa
Las bolsas continuaron mostrando su tremenda falta de mordiente en unas reuniones que repitieron las deficiencias y vicios de sus precedentes, como lo haría una cotorra bien entrenada.La falta de órdenes compradoras y la consiguiente y consabida moderación de las de venta, las pequeñas diferencias en los cambios de las acciones que se contrataban, la férrea defensa que de los precios de sus acciones realizan diariamente los bancos, y el recurso, a modo de tabla de salvación que, a última hora, se hizo de Telefónica, quien, con su nueva subida posibilitó que los índices generales cerrasen, expresando unas breves diferencias positivas, compusieron el marco en el que se desarrolló el negocio ayer.
En definitiva, como en el circo, lo importante es que el espectáculo continúe. No importa ni cómo ni a qué precio. Y lo cierto es que si nada imprevisto sucede hoy habrá una nueva reunión que en este caso será de cierre del ciclo semanal, y para la que no se pronostican grandes novedades.
Volviendo a la sesión de ayer aparte de señalar la providencial actuación de la compañía del monopolio telefónico, que como apuntaba un especialista más parece un buen líbero de fútbol que un valor bursátil, apenas se pudo destacar la subida de cuatro puntos que el Banco Hispano ofrecía en el mercado madrileño, y los recortes, probablemente como consecuencia de alguna realización de beneficios, que reflejaban las eléctricas más significativas.
En el grupo de bancos se produjeron las mejoras de un punto en el Santander y la ya citada de cuatro enteros en el Hispano. Banesto, tras el impresionante despliegue de fuerza del que hizo gala en reuniones anteriores, ayer aceptó un recorte de dos enteros en su precio, que justificaban las casi 39.000 acciones que aparecían en su casilla de saldos vendedores. Bilbao, Central, Popular y Vizcaya continuaron aferrados a sus cambios anteriores, aunque el Popular presentaba un discreto saldo comprador de 2.609 acciones, cuyo resto fue atesorado celosamente para la reunión de hoy.
En cuanto al sector eléctrico, lo más destacable resultó la corrección a la baja que experimentaban al acciones de Unión Eléctrica que perdía un punto y tres cuartos en la Bolsa de Madrid, y Fenosa que, por su parte, cedía 1,25 enteros en el mismo mercado. Estas diferencias negativas se produjeron al día siguiente de que hubiera sido ratificada por sus juntas generales la operación de integración de ambas sociedades, cuya fórmula jurídica es la absorción de la empresa eléctrica gallega por parte de Unión Eléctrica. Posiblemente sus cambios habían sido artificialmente mantenidos, e incluso hinchados, pero lo que sí es cierto es que esta mañana las ventas presionaron con notable insistencia y los recortes eran el producto lógico del intercambio entre las posiciones compradoras y de venta.
Por su parte, Iberduero mejoraba tres cuartos de punto al cierre en el mercado de Madrid, tras protagonizar una escalilla al alza que, partiendo del 52 inicial, terminó 75 centésimas por encima. No obstante, el mercado bilbaíno observaba un recorte de un cuarto de punto como consecuencia de la presencia de algunas órdenes vendedoras que continuaban mostrándose nerviosas ante el futuro de la sociedad. Eléctra de Viesgo, la compañía de moda en el grupo, repitió precio al 114% sin que se apreciasen grandes acontecimientos en su contratación.
La actual situación del mercado, en opinión de diversos especialistas, únicamente podría verse modificada por un, eventual triunfo de las formaciones conservadoras en las elecciones andaluzas.
En estos mismos medios se estima que una buena parte del recorte que generaría la victoria, o al menos la mayoría socialista en las elecciones al Parlamento andaluz, puede estar ya descontado por la bolsa.
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