La resolución final condena la persecución de la Prensa en siete países
Siete países, El Salvador, Irán, Marruecos, Turquía, Argentina, Suráfrica y Polonia, han merecido la condena del Instituto Internacional de Prensa, por la persecución de que son objeto los medios informativos, la resolución se opone a la obligatoriedad de titulación para ejercer el periodismo y expresa preocupación por la concentración de periódicos en pocas manos.
El Salvador
El IPI expresa su profunda conmoción por el asesinato de cuatro periodistas holandeses -Jan Kuiper, Koos Koster, Joop Willemse y Hans ter Laak- en El Salvador. Existen serias dudas sobre quién es el responsable de esta tragedia. El IPI lamenta que el ex presidente de El Salvador, Napoleón Duarte, no respondiera, como prometió, a la protesta del IPI. El IPI exige que se tomen medidas contra los responsables de las muertes de estos periodistas y de otros como Jaime Suárez, editor de La Crónica, que fue secuestrado y asesinado en 1981.
Irán
El IPI manifiesta su repulsa ante la sistemática violencia ejercida sobre los periodistas en Irán. Se sabe que al menos veinte han sido ejecutados en los tres últimos años. Decenas de periodistas se encuentran encarcelados sin cargo alguno. A cientos de ellos se les ha impedido la práctica de su profesión y otros muchos han sido enviados a la cárcel o al exilio.
Marruecos
El IPI condena enérgicamente la prohibición a que han sido sometidos Al Moharrir y Libération, que ha culminado con el juicio de su editor. Pedimos a las autoridades marroquíes que se ponga en libertad a Moustafa Karouchi inmediatamente, que se retiren todos los cargos en su contra y que se autorice la publicación de Al Moharrir y Libération. El IPI lamenta que las autoridades marroquíes no hayan reaccionado a anteriores llamamientos y continúen obstaculizando la libertad de Prensa y sometiendo a los periodistas a restricciones y persecuciones.
Turquía
El IPI muestra su preocupación ante los niveles de deterioro que sufre la Prensa en Turquía, puestos de relieve por el juicio de Okay Gonensin, editor de Cumburiyet, condenado a dieciocho años de cárcel por sus actividades periodísticas, y el encarcelamiento de Bulent Ecevit, antiguo miembro del IPI, cuyo periódico fue clausurado. Durante este último año, un cierto número de periodistas ha tenido que comparecer ante tribunales militares, se han clausurado varios periódicos y los corresponsales extranjeros han sufrido amenazas. El Instituto hace un llamamiento al primer ministro, Bulent Urusu, y a sus consejeros para que cese esta situación y la Prensa turca pueda informar libremente.
Argentina
El Instituto Internacional de Prensa protesta enérgicamente ante la detención de tres periodistas ingleses: Simón Winchester, de The Sunday Times, e Ian Mather y Tony Prime, de The Observer. El IPI señala que desde su detención, el pasado 13 de abril, se les ha retenido sin fianza en Ushuala, y que en estos momentos se enfrentan a un juicio y a la posibilidad de ser condenados a prisión por infringir las reglas de seguridad argentinas. El IPI está convencido de que los cargos de que se acusa a estos profesionales, que cumplen su labor como periodistas, deben ser el resultado de un serio malentendido. El IPI hace un llamamiento a Argentina para que muestre su respeto por el derecho a la libre investigación, concediendo la inmediata puesta en libertad de estos tres periodistas. El IPI expresa también su profunda preocupación por los periodistas argentinos desaparecidos.
Resolución sobre Suráfrica
Esta 31ª Asamblea General del Instituto Internacional de Prensa quiere hacer destacar que, a pesar de las continuas protestas de esta organización y de periodistas y editores de, periódicos surafricanos respecto a las restricciones ejercidas por parte de la Administración sobre la libertad de Prensa, el Gobierno surafricano ha instituido formas de censura aún más estrictas.Las nuevas leyes, que permiten a la policía y otros departamentos operar en secreto, son las más peligrosas que se han impuesto a la Prensa. Esta asamblea las condena como medidas autoritarias que no tienen cabida en una democracia declarada.
También lamenta la prohibición del ejercicio de sus actividades a distintos dirigentes de un sindicato de periodistas negros, la detención de varios de sus líderes y otros periodistas y las presiones constantes a que se somete tanto a periodistas surafricanos como extranjeros en lo que se refiere al cumplimiento de sus deberes.
También rechaza las recomendaciones de la Comisión Steyn, que restringen aún más a la Prensa, y felicita a los periódicos surafricanos (incluso a aquellos que apoyan al Gobierno) por su enérgica oposición a dichas recomendaciones.
Finalmente, el IPI expresa su inquietud ante el hecho de que algunos Estados satélites de Suráfrica han seguido su ejemplo y adoptado medidas aún más estrictas.
Polonia
Los informes recibidos sobre la clausura de la Asociación de Periodistas. Polacos y la detención de periodistas bajo la ley marcial en Polonia han causado gran preocupación al IPI. El IPI condena cualquier tipo de normalización que altere el camino hacia una sociedad más abierta. El IPI continuará luchando para que en Polonia se apliquen los principios de la Declaración de Helsinki, que fue firmada por el Gobierno polaco.
Titulación
El IPI se opone firmemente a la obligatoriedad de la titulación para el ejercicio del periodismo. El Instituto considera que la titulación, presentada a veces bajo el pretexto de la protección, es restrictiva y perjudicial para el flujo libre de noticias. Los peligros son serios, ya sea la titulación organizada por los Gobiernos, partidos políticos, sindicatos, asociaciones o la propia profesión. La práctica del periodismo no puede compararse a otras profesiones para cuyo ejercicio es necesaria la titulación. Sólo en una profesión abierta a todos puede conseguirse un flujo libre de información e ideas.
Comisiones de investigación
La Asamblea General del IPI deplora el creciente uso por parte de los Gobiernos de comisiones de investigación como pretexto para imponer medidas restrictivas a la Prensa.Aun reconociendo que las comisiones de investigación son medios útiles que permiten a los Gobiernos la obtención de información y la valoración de situaciones, el IPI considera que pueden ser peligrosamente manipuladas cuando existen motivos políticos detrás de ellas.
El IPI hace notar, en particular, las restricciones de Prensa propuestas por la Comisión Steyn en Suráfrica "para contestar a las amenazas contra el país" y la sorprendente situación de la India, donde el informe de la comisión de Prensa se publicará cuando el Gobierno haya decidido qué medidas ha de tomar. El IPI condena claramente este tipo de medios cuando se utilizan en contra de la libertad de Prensa.
El IPI quiere hacer notar la creciente tendencia que existe en el mundo de que la propiedad de los periódicos se concentre en pocas manos. Esto provoca la reducción en la diversidad de voces en la Prensa y, por tanto, es una amenaza para la libertad de la misma.
El IPI destaca, sin embargo, que las medidas propuestas por la Comisión Kent, de Canadá, que trata de abordar esta cuestión, pueden dañar también la libertad de Prensa.
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