La felicidad y la guerra

Todas las mañanas, después de comprar la Prensa, surgen comentarios entre compañeros de nuestra empresa sobre temas de actualidad.Pues bien, nos ha dejado anonadados una noticia que, aunque algunos lo podíamos pensar, llegar a leerla nos confirma aún más nuestra idea sobre los temas de política nacional e internacional.

Nos referimos a la información dada en EL PAIS del pasado 5 de mayo de 1982, de Soledad Gallego-Díaz, titulada "La «sensibilidad» de la OTAN", donde se dice que el presidente del Comité Militar de la OTAN, Robert Falis, y el secretario general, Joseph Luns, en tono sarcástico, ante periodistas, comentaron que "el conflicto de las Malvinas es un buen entrenamiento para la flota británica".

Querernos reflejar que nos parece, no sólo "falta de sensibilidad" esa opinión, sino también que esos. comentarios se asemejan muy mucho a los protagonistas de las películas de gangsters.

Pensamos que nadie debería reírse de la guerra, y muchísimo menos de sus muertos.

También decir que al Gobierno de UCD le deben hacer gracia estos ambientes, ya que nos quieren meter deprisa y corriendo en la OTAN.

Nosotros apostamos por la felicidad, la gracia y la risa, pero sin muertos y sin guerras. La guerra y la felicidad, de toda la vida, han sido incompatibles./

y diez firmas más.