Empresarios, directores y periodistas estudian los problemas de la información en el mundo
La XXXI Asamblea General del Instituto Internacional de Prensa, que inauguran hoy los Reyes de España en El Escorial, coincide con un momento de preocupación en los medios periodísticos internacionales por lo que éstos medios califican de "retroceso en la libertad de información", sobre todo en países en vías de desarrollo pero también en alguna de las llamadas democracias occidentales. Los miembros más destacados del IPI piensan, por lo que a España se refiere, que existe en nuestro país un clima de libertad real de información que se va consolidando desde que se inició la transición democrática, a pesar de que todavía subsisten actitudes negativas y viejas prácticas judiciales contra la libertad de prensa. De esta asamblea saldrán, con toda seguridad, condenas a determinados atropellos concretos a la libertad de información en el mundo.
Según los directivos del IPI es muy probable que haya una condena formal al gobierno y a las autoridades de Turquía, país en el que en estos momentos la prensa es atacada y perseguida. "Varios de los miembros que pertenecen al IPI están sometidos a juicio y los tribunales piden para el director del periódico de mayor tirada de aquel país dieciseis años de cárcel", han explicado fuentes de esta asociación.El IPI está también preocupado por la situación de la prensa en Polonia, donde, a raíz del golpe del general Jaruzelski, por lo menos doscientos periodistas han perdido su puesto de trabajo por razones políticas. La asamblea general también se ocupará del caso de los periodistas holandeses asesinados en El Salvador. El Instituto Internacional de Prensa pidió a las autoridades salvadoreñas una investigación sobre este suceso, pero todavía no ha obtenido respuesta. En el contexto de estas peticiones cobra sentido la presentación de informes por países que se presentarán a la asamblea.
Durante sus treinta años de existencia el IPI ha denunciado repetidamente los ataques a la libertad de expresión. Desde los años cincuenta hasta 1975 España era una referencia frecuente en los informes del IPI. "La influencia real del Instituto", explica su director, Galliner, "es muy difícil de medir pero hemos conseguido que muchos periodistas con nombres y apellidos, entre ellos el actual presidente, Cuhsrow Iráni, pudieran escapar a las persecuciones de gobiernos. Además, hay que tener en cuenta las actividades formativas y de ayuda profesional que hemos prestado a la prensa de diversas partes del mundo".
La asamblea general del IPI va a traer de nuevo a la actualidad internacional el debate sobre el Programa Internacional de Desarrollo de las Comunicaciones (IPDC) que es la continuación del contencioso entre países industrialízados y del tercer mundo sobre el llamado Nuevo Orden Mundial de la Información, propugnado por la UNESCO. "Esta es una de las mayores causas de preocupación y de interés para nosotros", dice el presidente del IPI. "Este programa significa tan solo una transferencia y ayuda en la tecnología comunicativa porque, en realidad, muchos gobiernos del tercer mundo no tienen el menor interés en que exista una prensa libre, se ocupar, más en formar propagandistas que auténticos periodistas". Según el director del IPI la UNESCO se inventa nuevas ideas sobre el equilibrio de la información que se las sugieren los países miembros, sobre todo del tercer mundo, "pero si se le ocurren mil ideas malas diremos mil veces que no. Estamos dispuestos a colaborar con cualquier avance en la información pero no estamos dispuestos a colaborar con aquellos países que no quieren la libertad de expresión". El IPI señala como un acontecimiento favorable el proceso de privatización de la radiodifusión que se ha iniciado en España aunque no se pronuncia abiertamente sobre la privatización de la televisión en general. "Algunos países mantienen la tesis de que los medios privados no están capacitados para entrar en este terreno, pero esto lo dicen desde posturas monopolísticas. Lo ideal, según las posiciones del IPI, es que no existieran estos monopolios, pero mientras existan se pueden buscar fórmulas para mejorar la autonomía personal e informativa del medio".
Los casi quinientos periodistas de las publicaciones mundiales más prestigiosas que se dan cita en Madrid a partir de hoy, tendrán ocasión de debatir también temas como el acceso a la profesión (de actualidad en España por la cuestión del carné, problema todavía sin resolver), la relación gobiernos-prensa (sesión que contará con la participación de Francisco Pinto Balsemao, que fue periodista antes de ser primer ministro de Portugal) y las relaciones de las empresas con los editores y directores.
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