Dios y los golpes de Estado
( ... ) Las intervenciones de los defensores y codefensores militares en el juicio del 23-F discurren por los cauces previstos. Es obvio que un militar. no especialista en leyes, argumentos jurídicos y técnicas procesales se verá obligado a irse en ocasiones por los cerros de Ubeda o a compensar sus lógicas lagunas en la materia con arengas y sofiamas. Seguramente un licenciado en Ciencias Exactas, sí la normativa vigente le permitiera ser codefensor de un matemático que se situó al margen de la ley, re curriría a la teoría de los conjuntos o a fórmulas logarítmicas para apoyar a su colega en desgracia.Lo que parece menos consecuente -sea la formación que se tenga- son las invocaciones a intervención sobrenatural o a designios divinos con el fin de justificar un golpe de Estado. No es preciso profesar el agnosticismo para comprender que Dios debe tener cosas más, importantes que hacer antes de insuflar su aliento todopoderoso a una conspiración por el poder material. El recurso a instancias del reino de los cielos íntenta encubrir la debilidad de los argumentos.
3 de abril
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