Asesinado en Palermo un diputado comunista, secretario regional del PCI de Sicilia
Pío la Torre, diputado italiano de 55 años, secretario regional del Partido Comunista de Sicilia, miembro de la secretaría y de la dirección del partido, fue asesinado ayer junto con su chófer en la ciudad de Palermo. Su coche fue acribillado con disparos de metralleta. Después del asesinato de Aldo Moro, es ésta la primera muerte de un diputado y dirigente de primera plana de un partido político.
El atentado no había sido reivindicado a la hora de despachar esta crónica, por lo que se supone como más probable que sea obra de mafiosos, ya que la Mafia tiene como lema "no firmar sus muertos".El asesinato del líder comunista ha causado impresión en todo el país, porque la Torre era conocido por su empeño en la lucha contra la Mafia en Sicilia. El parlamentario tenía un historial que lo hacía particularmente popular entre las clases más humildes. Hijo de labradores muy pobres, se había caracterizado por su lucha a favor de los campesinos, hasta el punto que, en 1950, estuvo 18 meses en la cárcel.
El partido comunista organizó por la tarde una manifestación en la calle romana de Bottehge Oscure, sede de las oficinas centrales del PCI, durante la cual Giancarlo Pajetta, responsable de relaciones internacionales, habló con gran emoción y condenó el proceso subversivo.
El presidente del Gobierno interrumpió el Consejo de Ministros, que estaba reunido con los líderes sindicales, y convocó a Roma al general Carlo Alberto dalla Chiesa, nombrado recientemente prefecto de Palermo, y que recibirá dentro de poco poderes especiales para la lucha contra la Mafia.
No se excluye que este asesinato pueda ser la primera respuesta al nombramiento de Dalla Chiesa, considerado "la bestia negra del terrorismo" por los éxitos que ha obtenido en la lucha contra las Brigadas Rojas.
Es significativo que este asesinato haya tenido lugar en vísperas de la apertura del XV Congreso Nacional de la Democracia Cristiana y en pleno proceso a los presuntos asesinos de Aldo Moro. Si el delito apareciera con la marca mafiosa, sería la enésima demostración de los estrechos lazos existentes hoy entre el terrorismo y la Mafia, como tantos han sugerido.
