_
_
_
_

La Policía y el GRAPO

El GRAPO volvió a matar anteanoche en Barcelona. El incidente, en su gravedad, da pie a reflexiones sobre algunos elementos positivos y negativos que han quedado de relieve con este atentado.Es positivo el espíritu de los ciudadanos -civiles de a pie- que el lunes por la noche, con toda generosidad, prestaron ayuda a los policías alcanzados por los disparos, y que luego ofrecieron su sangre para ayudarles. Eso habla mucho mejor que mil discursos retóricos sobre que la sociedad civil es cada vez más responsable frente al tema terrorista y más solidaria respecto a las fuerzas de seguridad.

Es positivo también que las autoridades impidieran ayer, en el momento de los funerales, con toda la energía que el momento exigía, que el acto fúnebre degenerara en un mitin desestabilizador.

Frente a esos dos elementos persiste, por el contrario, la preocupación por el tema de fondo: la indefensión de los agentes y la indefensión de la colectividad. Una sociedad con libertad tiene muy difícil el evitar que unos locos realicen atentados contra objetivos tomados al azar. Es posible rastrearlos poco a poco y empezar desde ahí un trabajo de investigación que concluya con su detención, pero nunca a corto plazo.

Buscar la manera de ahorrarnos desgracias en esa espiral es lo que, en estos momentos, nos parece urgentísimo, y lo decimos a pesar de no poder proponer ninguna fórmula mágica.

En el caso del atentado de anteayer, ni siquiera el preaviso, que al parecer existía, de la posibilidad de un atentado, ni tampoco la espectacular acción de control sobre el Metro, pudieron evitar la acción ni conseguir la detención de los culpables. Todo lo que podemos decir sobre ellos se resume en un interrogante: ¿no es posible mejorar algo más la capacitación de nuestra Policía? ¿No hay manera de ser más eficaces, especialmente a la vista de la tarea de sistemática infiltración en esos grupos que ha realizado nuestra Policía?

¿Qué cabe hacer para defendernos sin caer en el extremo contrario, el dé convertirnos en un Estado-policía?

, 28 de abril

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_