Washington negocia en Rabat nuevas facilidades militares
Hoy lunes, cuatro años después de la retirada de Estados Unidos de sus últimas bases militares en Marruecos, comenzaron en Fez las primeras conversaciones oficiales entre Washington y Rabat para la concesión a Norteamérica de nuevas facilidades de tránsito y alrnacenamiento militares en el reino alauí. Una impresionante delegación de ochenta especialistas de la defensa, entre ellos nueve generales y tres secretarios de Estado adjuntos, integran la delegación norteamericana, que preside el secretario adjunto para Asuntos de Seguridad Internacional, Francis J. West. West y sus acompañantes llegaron a Marruecos el sábado pasado, pero las últimas 48 horas las dedicaron a una visita privada a la ciudad de Marrakech, acornpañados por el secretario general de la Defensa Aérea marroquí, coronel mayor Kabbaj.La llegada de los militares norteamericanos, que vienen a las primeras conversaciones de la comisión mixta norteamericano-marroquí creada en febrero pasado a raíz de la visita del secretario de Estado, Alexander Haig, estuvo precedida por el anuncio de que Reagan solicitará al Congreso un aumento de la ayuda militar a Marruecos, que hasta ahora se elevaba a 35 millones de dólares anuales.Tanto la visita de West como este último anuncio han venido a punto ante la creciente impaciencia de Marruecos, poco habituado a los procedimientos entre la Admínistración norteamericana y su Congreso, y el sentimiento que comenzaba a generalizarse en ciertas esferas oficiales, de que detrás de todo este despliegue anterior norteamericano existían palabras y muy buenas intenciones, pero nada concreto.
Los marroquíes se mostraban últimamente más molestos con esta lentitud de Washington, que consideraban perjudicial, porque, según ellos, ha servido para que Argelia y el Polisario lanzasen una campaña contra Rabat por una colaboración militar con Estados Unidos que, sin embargo, no se había concretado.
Más aún: estiman que mientras que la ayuda militar a Marruecos se encuentra aún entre los meandros que unen al Departamento de Estado y de la Defensa con el Congreso, los adversarios iniciaron hace tiempo un aprovisionamiento masivo en artillería pesada y carros de combate, que, según fuentes fidedignas marroquíes, proceden de la URSS y Corea del Norte.
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