El Gobierno estudia la probable expulsión de dos espías soviéticos

Fuentes diplomáticas españolas desconocían anoche la decisión que tomará el Gobierno en torno a dos presuntos espías soviéticos, cuyas actividades habrían sido detectadas por los servicios de contraespionaje español. Las mismas fuentes dijeron a este periódico que desconocían oficialmente el tema, del cual sólo tenían conocimiento oficioso. Pero la decisión final en torno al tema tiene una dimenslón política que tiene que sdoptar la Presidencia del Gobierno, aunque luego sea el Ministerio de Asuntos Exteriores el que lleve las gestiones de su expulsión.El Gobierno seguía ayer estudiando el tema, y fuentes bien informadas señalaron anoche a EL PAIS que se espera una decisión oficial en las próximas horas.

Al intentar recabar información en la embajada soviética en Madrid, un portavoz apenas permitió termlnar la pregunta, y en un tono tenso remitió cualquier llamada, para lo que fuera, al próximo lunes.

Según informó ayer EL PAIS, citando fuentes dignas de crédito, los dos ciudadanos soviéticos cuya expulsión está estudiando el Gobierno, trabajan en nuestro país bajo la cobertura de las líneas aéreas soviéticas Aeroflot. Se trata de dos militares, adscritos al GRU, siglas de los servicios de espionaje militar de la URSS, y sus actividades ilegales de infiltración en medios militares y empresas estratégicas han sido detectadas por los servicios de contraespionaje español.

Desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre España y la Unión Soviética han sido expulsados de nuestro país ocho funcionarios soviéticos bajo la acusación de espionaje. El pasido año fueron expulsados de Espaila dos soviéticos. El 7 de marzo de 1981 abandonaba Madrid VIidimir Efremencov, quien al parecer había intentado proporcionar cierta cantidad de dinero a cambic, de determinados documentos militares. El 27 de marzo del mismo año fué expulsado Yuri Ivanovich Flutchkov, director general soviético de la empresa mixta SOVHISPAN por entender que algunas; de sus actividades no respondían estrictamente a fines comerciales y ponían en peligro la seguridad nacional.