Contra la violencia
Salvo la identificación del bazooka como un arma de fabricación soviética, no hay nada nuevo en las últimas acciones de ETA, ni en los correspondientes comunicados justificativos (...).Nada nuevo tampoco en las nuevas exigencias etarras: el abandono del País Vasco por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, ni ninguna dialéctica novedosa tampoco en el habitual lenguaje de ETA, cuando pretende identificar su particular lucha con la "lucha del pueblo trabajador vasco", como si no hubieran sido trabajadores los taxistas, camareros, inédicos, tenderos, ingenieros y otros muchos asalariados asesinados por ETA (...).
La conclusión, por consiguiente, es la de siempre: la infatigable contribución de ETA a la desestatalización democrática y, en concreto, a la inseguridad y a la ruina del País Vasco sigue su curso. Y el Estado de derecho, incluso el Estado de las autonomías, no acaba de erradicar este cáncer.
18 de abril.
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