Rupérez encuentra una actitud más esperanzadora de los gibraltareños hacia España
Aunque los compromisos de Gobierno entre España y Gran Bretaña sobre Gibraltar sigan siendo igual que antes, con la fecha del 25 de junio como punto de reanudación de negociaciones, el inesperado problema anglo-argentino de las islas Malvinas tiene una incidencia, y supone una incertidumbre que no podemos ignorar. Esa es la impresión del secretario de Relaciones Exteriores de Unión de Centro Democrático, Javier Ruperez, que acaba de regresar de una visita a Gibraltar, donde se ha entrevistado con los dirigentes políticos y autoridades de la colonia británica.A juicio del secretario de Relaciones Exteriores de UCD, en su nueva visita a Gibraltar ha apreciado una actitud psicológica, tanto entre la clase política como entre la población "sustancialmente mas esperanzadora para España y cargada de expectativas" que la existente en su viaje anterior en 1978. Expectación que no es que se haya perdido, pero sí ha quedado afectada por el aplazamiento de la apertura de la verja y el inicio de negociaciones, como consecuencia de la invasión argentina de Las Malvinas. "Este aplazamiento nos ha venido muy mal", comenta Ruperez.
La "desilusión y cierta frustación gibraltareña", por este nuevo aplazamiento de la apertura de la verja con España, tiene una vertiente psicológica y humana y otra económica, que afecta tanto a sectores gibraltareños como espafíoles.
Había una serie de inversiones y proyectos que han quedado congelados y que inciden negatívamente, tanto individual como globalmente, tanto en Gibraltar como en el Campo y en La Línea, donde también se ha acogido con pesimismo el obligado frenazo en las negociaciones.
Pero por parte gibraltareña, aunque se culpa a España del aplazamiento hasta junio de la apertura de la verja, se comprenden también las razones extraordinarias que han influido en la congelación de las negociaciones, y se confía en un arreglo negociado del tema Malvinas que normalice las perspectivas hispano-británicas sobre la colonia.
La ocupación argentina de las Malvinas y el difícil desenlace del conflicto, a juicio de Ruperez, hace necesario e imprevisible un compás de espera por parte española ante la reanudación de negociaciones sobre el contencioso de Gibraltar. Un arreglo pacífico y negociado en el tema Malvinas redundaría positivamente en la posición española sobre el Peñón. Un conflicto abierto entre Gran Bretaña y Argentina en su disputa por las islas del Atlántico Sur, obviamente retrasaría o congelaría el actual estatus colonial de Gibraltar.
En su visita a Gibraltar, con continuación posterior al Campo y a La Línea, Rupérez se ha entrevistado con el primer ministro de la colonia inglesa, Josúa Hassan, con el jefe de la oposición, Peter Issola, con el gobernador general, general Williams Jackson, con el lider sindical Bossanos y con otros dirigentes, en encuentros que califica de "muy cordiales, y en diálogo franco y abierto, que ha servido para que podamos profundizar mas en nuestros respectivos planteamientos".
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