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Milans y los otros alborotadores fueron llamados al orden en privado

El teniente general Jaime Milans del Bosch y los otros procesados por el intento de rebelión militar del 23 de febrero fueron llamados al orden anteanoche por los alborotos causados en el desarrollo de la vista del juicio que se sigue en el Servicio Geográfico del Ejército. El excapitán general de Valencia, el capitán de navío Camilo Menéndez, el teniente coronel Mas y el comandante Pardo Zancada abandonaron el lunes la sala de justicia, desobedeciendo las órdenes del presidente del tribunal, como protesta de las declaraciones que efectuaba en ese momento el teniente general Sáenz de Santa María.

La sesión se inició alrededor de las diez de la mañana, en medio de un ambiente de expectación causado por los incidentes del día anterior. Un miembro de la Policía Militar se sentaba por primera vez en el camino que conduce desde el banquillo de los encausados a la puerta que normalmente utilizan para salir de la sala.El teniente general Luis Alvarez Rodríguez, presidente del Consejo Supremo de Justicia Militar, pidió a los abogados y público presentes en la sala que se abstuvieran de realizar cualquier tipo de manifestaciones, pero no dirigió ninguna observación a los procesados, que estaban todos en el banquillo con la ya habitual excepción de García Carrés. Asimismo, dijo al fiscal y a los abogados que no hicieran juicios de valor.

Tras estas puntualizaciones, el presidente del tribunal pidió al abogado Adolfo de Miguel, que estaba en el uso de la palabra el lunes cuando se produjeron los incidentes, y al teniente general Sáenz de Santa María, que estaba declarando entonces, que retiraran los juicios hechos a partir de la afirmación del segundo de que los diputados retenidos en el Congreso el 23-F eran rehenes. El letrado dijo que la pregunta en sí, por su carácter procesal e irrenunciable, no podía retirarla, aunque sí podía retirar de la misma lo que pudiera haber de ofensivo. Sáenz de Santa María manifestó que el símil que empleó el lunes para comparar a los ocupantes del Congreso con los secuestradores de un avión lo había retirado ya en aquella sesión, por considerarlo maximalista y desafortunado.

Ante la negativa de todos los restantes abogados a interrogar a Sáenz de Santa María -el lunes sólo lo hicieron seis-, le hizo algunas preguntas el fiscal y luego se inició el interrogatorio del general José Juste González, que el 23-F mandaba la División Acorazada Brunete.

Entre otras cosas, dijo el declarante que temió que podían desposeerle del mando de la DAC cuando relacionó la información que en su despacho dio Pardo Zancada y la presencia del general Torres Rojas. Explicó Juste que aceptó la fijación de objetivos que le hizo el Estado Mayor de la DAC, después de que Pardo Zancada expusiera lo que iba a suceder.

Manifestó Juste en todo momento su convicción de que el Estado Mayor de la DAC le ocultó cosas, entre ellas la salida de Pardo Zancada hacia el Congreso. Calificó de desleal al coronel San Martín, al que acusó de haberle ocultado información de lo que iba a pasar el 23-F.

En su interrogatorio, el general de división Víctor Castro San Martín, que pasó todo el 23 de febrero en el Estado Mayor del Ejército, junto a Armada, dijo que el general procesado recibió por teléfono del propio Milans la sugerencia de proponerse como presidente de un Gobierno de coalición y que, en un primer momento, calificó la idea como "una locura". Sin embargo, Armada le dijo que había sido autorizado a hacer la propuesta. Reveló el general declarante que en el Estado Mayor del Ejército tardó en relacionarse la ocupación del Congreso con la situáción de la III Región Militar.

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