Parece inminente la ruptura de la UCD de Navarra
En círculos próximos al sector crítico de la UCD de Navarra se daba ayer por seguro que una vez finalizadas las vacaciones de Semana Santa los parlamentarios forales y diputados centristas de este sector formarán un nuevo grupo de carácter independiente en el Parlamento Foral, con lo que se produciría así la ruptura definitiva de la UCD de Navarra.
Este nuevo grupo parlamentario, según han manifestado a EL PAIS fuentes de absoluta solvencia, seguirá siendo fiel al ideario centrista, que consideran ha sido desvirtuado por el presidente de la UCD de Navarra, Jaime Ignacio del Burgo. El Parlamento Foral es el único organismo navarro en el que UCD tiene mayoría.Aunque días atrás el actual presidente de la UCD de Navarra, Jaime Ignacio del Burgo, aseguraba a los medios de comunicación que con la marcha de Javier Moscoso al partido de Francisco Fernández Ordóñez y la expulsión de Angel Lasunción se clarificaba la UCD de Navarra, esto no ha sido así, ya que el partido centrista se ha dividido ahora en dos sectores. Por un lado se encuentra el denominado sector delburguista que cuenta con once parlamentarios forales y por otro los críticos o progresistas, encabezados por Angel Lasunción, quienes cuentan con el apoyo de nueve parlamentarios, entre los que se encuentran dos diputados -el propio Angel Lasunción y Pedro Sánchez de Muniaín- y además el actual presidente de la Diputación Foral de Navarra, Juan Manuel Arza.
Solidaridad con Lasunción
Por otro lado, diputados y parlamentarios de la UCD de Navarra del sector crítico o progresista hicieron público un comunicado en el que manifiestan su más enérgica protesta por el procedimiento seguido para incoar expediente a Lasunción, la quien no se ha dado ni tan siquiera la posibilidad de defenderse, habiendo hecho caso omiso tanto el comité de disciplina provincial como el nacional, del procedimiento establecido para estos casos en los estatutos del partido".Estos diputados y parlamentarios centristas continúan diciendo que la incoación del expediente, que se ha querido justificar a base de presuntas indisciplinas, no tiene otro motivo real que el de una venganza personal contra Angel Lasunción por haber informado en su día, tal y como era su obligación, de las irregularidades existentes en el tema FASA.
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