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Programa socialista italiano para mejorar el funcionamiento político

Juan Arias

Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista Italiano, presentó el pasado domingo, ante los 3.000 participantes a la conferencia socialista de Rímini, organizada por su partido para discutir su idea de la gran reforma, un verdadero "programa legislativo".Mientras hablaba, se advertía en el tono de sus palabras y en la reacción del público, que lo interrumpió con sus aplausos, que su discurso era el de un futuro presidente del Gobierno.

Craxi aseguró que en lo que queda de legislatura, es decir, hasta 1984, el Partido Socialista no solicitará la jefatura. del Gobierno y permitirá la aprobación de la ley Financiera, condición indispensable para la continuidad del Gobierno de Giovanni Spadolini.

La opción de Craxi no está tanto en la fuerza númerica del socialismo como en la situación paradójica de este país en el cual, hoy es matemáticamente imposible hacer ningún Gobierno sin los socialistas.

Craxi quisiera llegar a la jefatura de Gobierno con la reforma hecha o con un mandato para realizarla. El líder socialista la ha sintetizado en su discurso programático en los siguientes puntos:

1. La necesidad de acelerar los trámites legislativos para aprobar las leyes exige la transformación de la Cámara de Diputados y Senado en una sola Cámara legislativa y otra de control.

2. Si en Italia casi nunca un Gobierno -cuya vida media es de diez meses- ha caído por un voto de confianza, se propone un pacto de legislatura entre las fuerzas políticas y el jefe del Estado que deberá ser presentado a los electores con un programa bien concreto. En caso de que haya crisis de Gobierno se irá a nuevas elecciones.

3. El poder ejecutivo debe ser reforzado. Y Craxi presenta tres propuestas: investidura de con fianza personal al presidente del Gobierno; una ley para asegurar un equipo organizado y reducción del número de ministros.

4. La duración de la presidencia de la República será reducida de siete a cinco años.

5. Una reforma a fondo de la actual ley electoral. Craxi se inclina hacia el modelo alemán.

6. Craxi propone que cada partido se convierta en fundación jurídica para su financiación.

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