_
_
_
_

Carrillo acusa a Lavilla de abusar de la función presidencial al impedir una votación sobre Robles Piquer

El Grupo Parlamentario Comunista presentó ayer ante la Mesa del Congreso una proposición no de ley para que la Cámara puede instar al Gobierno a cesar al director general de RTVE, Carlos Robles Piquer. Esta iniciativa se produce tras ser definitivamente rechazada la tramitación de un moción similar, por estimar la Mesa que resultabaincongruente con la interpelación de la que era consecuencia. Esta decisión de la Mesa fue impugnada ayer en el hemiciclo por los comunistas, cuyo líder, Santiago Carrillo, protagonizó un tenso diálogo con Landelino Lavilla, a quien acusó de abusar de la función de la presidencia para evitar que se pusiera a votación la desaprobación de la gestión de Robles Piquer.

Durante la sesión plenaria celebrada ayer por la Cámara, el comunista Jordi Solé Tura pidió la palabra por una "cuestión de orden" para expresar la discrepancia de su grupo por la no tramitación de la moción contra Robles Piquer presentada el viernes pasado, como consecuencia de la interpelación defendida por Santiago Carrillo el día anterior. Solé Tura recordó que tal moción estaba incluida en el orden del día impreso para la sesión de ayer, y manifestó su desacuerdo con las razones de incongruencia señaladas por la Mesa en la resolución razonada entregada en la tarde de ayer, que deniega la tramitación del documento comunista.El diputado comunista declaró que la modificación del orden del día sólo puede producirse por mayoría en la Junta de Portavoces, que en la reunión del pasado miércoles no se produjo, o por decisión del Pleno de la Cámara. El presidente del Congreso y de la Mesa, Landelino Lavilla, negó que la moción citada se hubiera excluido del orden del día, ya que formalmente no había sido incluida en él, aunque sí en el texto impreso provisional, a reserva de que se cumpliera el requisito reglamentario de admisión por parte de la Mesa del escrito citado.

Desde su escaño pidió la palabra el diputado Santiago Carrillo, también para una cuestión de orden. "Hago constar que la explicación del presidente puede ser formalmente aceptada, pero no explica la incongruencia de la moción presentada por mí", dijo el secretario general del PCE. "Yo no puedo sustraerme, ni muchos de los que estamos aquí, a la idea de que si no se pone a votación dicha moción, el presidente evita que se desapruebe la gestión de Robles Piquer..."

Las últimas palabras de Carrillo fueron interrumpidas por Lavilla, quien afirmó que estaban "fuera de lugar" esa intención, atribuida a la presidencia, al tiempo que pedía silencio a los escaños centristas, en los que comenzaba a levantarse un murmullo de desaprobación. Carrillo continuó en el uso de la palabra para acusar a Landelino Lavilla de abusar de "su función presidencial".

El presidente de la Cámara, visiblemente crispado, contestó que todo el mundo es libre de atribuir las sospechas que quiera a los demás, como él también lo era de hacerlo, aunque no lo hacía, respecto a la intención última de la moción comunista. Con las palabras del presidente se zanjó la cuestión en un ambiente de cierta tensión en el hemiciclo.

Entre las razones alegadas por la Mesa del Congreso, por la mayoría formada por los cinco miembros de UCD y CD frente a los cuatro de la izquierda, para ratificarse en su no admisión de la inicial moción comunista, figura la argumentación de que la exigencia explícita que el reglamento hace de congruencia entre la interpelación y la moción de que ella se deriva "no es sino una forma de subrayar la intención de evitar precisamente que, al socaire de pretendidas y posible afinidades materiales o expansiones argumentales la votación en que desemboque la iniciativa parlamentaria rompa, por su extensión, concepto o alcance, con lo que es de esencia a la moción subsiguiente a la interpelación: la manifestación por la Cámara de su posición sobre una conducta del Ejecutivo, respecto de cuyas motivaciones y propósitos se ha interpelado".

La resolución de la Mesa insiste en que la interpelación se formuló sobre el cese de Fernando Castedo, por lo que es incongruente una votación sobre un objeto distinto. En cambio, la nueva proposición no de ley presentada ayer por los comunistas no podrá ser tachada de incongruente, ya que no guarda relación con ninguna interpelación anterior. En todo caso, deberá ser también admitida por la Mesa e incluida en su momento en el orden del día. Según pudo saber EL PAIS, el Grupo Comunista estará dispuesto a retirar otras mociones propias pendientes para facilitar la tramitación de la nueva solicitud de cese de Robles Piquer.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_