Socialistas y comunistas pidieron a Robles Piquer que cese en su cargo de director general de RTVE

Los grupos parlamentarios socialista y comunista manifestaron ayer en el Congreso de los Diputados, ante la Comisión de Control parlamentario de RTVE, la necesidad de que cese en su cargo el director general del Ente Público, Carlos Robles Piquer. Así se lo expresaron al propio interesado la socialista Elena Vázquez (su dimisión empieza ya a ser un clamor general") y la comunista Pilar Brabo ("mi grupo insiste e insistirá ante el Parlamento en el cese de Robles Piquer"). Por su parte, el diputado Antonio Vázquez Guillén expresó el pleno apoyo centrista a la gestión del actual director general de RTVE, de quien destacó su cualidad de "hombre de Estado".La sesión se convirtió en un encuentro político entre la izquierda y UCD, tanto en el ámbito parlamentario como en el seno del Consejo de Administración de RTVE. Según informaron a EL PAIS algunos de los miembros del órgano estatutario rector del Ente Público, lo ocurrido ayer ante la Prensa, durante más de tres horas, en que proliferaron las diferencias entre los consejeros de filiación izquierdista y centrista, es un reflejo de lo que ocurre habitualmente en las reuniones del Consejo de Administración, solo que con el ahorro de ocho o diez horas, gracias a la dirección inteligente del debate por parte del diputado de Coalición Democrática, Antonio de Senillosa, quien advirtió eficazmente a los comisionados y a los consejeros sobre la posible prolongación de la sesión durante la jornada de hoy, viernes.

En el planteamiento general de la sesión estuvo, por parte de la izquierda, la exigencia de que se cumplan los principios básicos de programación acordados por unanimidad por el Consejo de Administración durante el mandato de Fernando Castedo. El socialista Pedro Bofill manifestó que el incumplimiento de tales principios ha hecho que la Televisión vuelva a tener la misma significación que en el sistema político anterior, es decir, "un instrumento al servicio del Gobierno y su partido". Denunció la utilización electoralista de la Televisión pública, con lo que, según dijo, se pretende desarbolar este tipo de televisión "para que prevalezca la privada".

De la poltrona al potro

Carlos Robles Piquer rechazó enérgicamente estas afirmaciones y aseguró que trabaja duramente en favor de la Televisión del Estado. No contestó, en cambio, a la denuncia sobre la falta de información al consejo sobre la gestión económica de RTVE desde que cesó Fernando Castedo. El centrista Antonio Vázquez Guillén elogió la posición de Robles Piquer, por haber pasado "desde la poltrona al potro, y a un potro complicado".

En el planteamiento de las cuestiones concretas, el director general de RTVE fue rectificado sucesivamente por el comunista Antonio Kindelán y los socialistas Ramón Gómez Redondo y José María Calviño, mientras el también consejero, en este caso centrista, Ignacio Wert, apoyó a Robles Piquer. En relación con el tiempo de pantalla dedicado a los partidos y grupos parlamentarios, la diferencia de cifras ofrecida por unos y otros fue notable, si bien se reconoció que el tiempo dedicado a los congresos regionales andaluces del PSOE y de Alianza Popular estuvo desequilibrado en favor de esta última.

Entre otros aspectos se criticó la información sobre el juicio del 23-F y particularmente el error, cometido por TVE al informar de la hora a la que se retiraron los carros de combate de las calles de Valencia en la madrugada del 24 de febrero.

Quedó también de manifiesto la deficiente información televisiva sobre este tema en relación con la ofrecida por la propia Radio Nacional. La ausencia de información sobre los sucesos de Trebujena fue justificada por Robles Piquer en la llegada a Televisión de informaciones contradictorias e inseguras en un primer momento, que aconsejaron a los profesionales no difundir la noticia.