_
_
_
_
Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La desaparición de un gran banco

Ante el propósito del Gobierno de hacer desaparecer el Banco de Crédito a la Construcción, el autor critica esta medida y recuerda la eficaz trayectoria de esta institución, que facilitó créditos baratos a personas y empresas, estimulando la inversión en viviendas (un millón de pisos) y en construcciones navales (3.000 embarcaciones).

El Banco de Crédito a la Construcción (BCC), como familiarmente se le denomina, y digo familiarmente porque gracias a esta institución miles de familias han podido adquirir un hogar digno, quieren hacerlo desaparecer de una forma no sólo dictatorial, sino también, y acaso, no muy legal. En efecto, el pasado 15 de enero el Consejo de Ministros tomó el acuerdo de hacer desaparecer el BCC. Sus actividades serán escindidas y repartidas: por un lado, las relativas al crédito a la construcción de viviendas serán absorbidas por el Banco Hipotecario de España, SA, y las concernientes al sector naval, por el Banco de Crédito Industrial, SA, ambas entidades oficiales de crédito, al igual que lo es el BCC.El caminar del BCC se puede resumir muy brevemente diciendo que es el único banco dedicado a facilitar el acceso a la vivienda a las clases más modestas del colectivo nacional, dadas las condiciones de sus préstamos; la financiación de las líneas de crédito para la adquisición de viviendas subvencionadas y de renta limitada se tramitaron a unos tipos de interés que abarcan una banda desde el 3% o 4% anual al 8,5% anual los más recientes y a unos plazos que se concretan entre los quince y los cincuenta años. En la actualidad, los créditos son concedidos al 11% de interés anual y a unos plazos de quince o dieciocho años. Acaso el lector que no conozca en profundidad las funciones de este organis mo quede un poco extrañado y se pregunte: ¿Pero cuántas viviendas financiadas en estas condiciones? Pues nada menos que cerca del millón de pisos financiados en las condiciones expuestas desde su creación; por consiguiente, más de cinco millones de personas se han visto beneficiadas por la actuación del BCC.

El interés de la industria naval

Pero no sólo el sector vivienda ha sido preocupación vital del BCC, también el sector naval. Sin temor a equivocarme, puedo decir que la industria naval, pesquera o de transporte, en su más amplio concepto, existente hoy en España se debe a la colaboración del BCC. Nuestro banco ha financiado la construcción, adecuación y puesta al día de nuestra flota, con préstamos al 2% de interés anual y con reembolso en veinte años, los, primeros que se otorgaron, hace más de cuarenta años, hasta los actuales, a tipos del 8% y 11% anual, a reintegrar en quince años. Gracias al apoyo del BCC han surcado los mares más de 3.000 barcos ondeando nuestra bandera, dando trabajo a miles de hombres del mar y trayendo a nuestras costas toneladas de pescado o transportando elementos imprescindibles para nuestro consumo, pasando por el petróleo.

Los intentos de desvitalizar al BCC no son nuevos; ya en el año 1971 hubo un intento, felizrriente abortado, de hacer desaparecer la entidad, pero en aquellas épocas se luchó, se arriesgó; en definitiva, se defendió la continuidad del banco con los mismos argumentos que hoy serían válidos; se convencieron los poderes públicos de la barbaridad que se quería propiciar desde el Gobierno.

El procedimiento que en aquellos momentos quiso arbitrarse fue distinto al actual; entonces fue sometida la propuesta al pueblo, quien la rechazó. Hoy, por el contrario, se pretende hacer contraviniendo los más elementales sistemas democráticos, cual es el refrendo del Parlamento. Hay que decir que el BCC -en su estado jurídico actual- está creado por ley discutida, planteada y ratificada por los representantes del pueblo. Pues bien, de forma unila.teral planteada por el Gobierno que nos ha tocado a todos padecer, se quiere sibilinamente, y medíante dictámenes instados por horribres del Gobierno, saltarse todo a la torera y, sin logica alguna, desintegrar el organismo de más limpia trayectoria.

Yo quiero imaginar, y en esa confianza estoy, que la oposición, tan fuerte o más hoy día que el propio Gobierno, reaccione, y esperemos que los procedimientos democráticos valgan, de cuando en cuando, para algo.

Se han dado razones fundamentadas parajustificar la existencia y continuidad del BCC; más aún, se han dado razones de procedirniento para evitar el plumazo, que no encaja en los esquemas actuales. Si la defensa de los valores justifica la presencia del hombre, seamos leales y defendamos la justicia como aproximación creciente a la libertad. El tema debe continuar.

es censor jurado de cuentas. Jefe de sección del Banco de Crédito a la Construcción.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_