300 entidades participaron en el acto de adhesión al Rey convocado por la Junta de Andalucía
Alrededor de trescientas asociaciones y entidades ciudadanas, culturales, deportivas, universitarias y profesionales de la región andaluza se sumaron ayer al acto de adhesión al rey Juan Carlos y en defensa de la democracia, organizado por la Junta de Andalucía en respuesta a los intentos de la ultraderecha de confundir a la opinión pública acerca de la actuación del Monarca durante el golpe de Estado del 23-F. Los empresarios andaluces decidieron boicotear el acto, en tanto que UCD devaluó su presencia en el mismo.
La campaña, aprobada unánimemente por el Consejo de la Junta de Andalucía a iniciativa de su presidente, Rafael Escuredo, tenía por objeto manifestar el apoyo incondicional de las instituciones andaluzas al jefe del Estado, "primer defensor y garante de la Constitución española, cuyo comportamiento inequívoco en los momentos decisivos de nuestra reciente historia, y particularmente en las tristes fechas del 23 y 24 de febrero de 1981, han robustecido nuestros sentimientos de admiración, respeto y cariño hacia su figura".El acto, que tuvo lugar en la sede oficial de la Junta, dio comienzo con la entrega a Escuredo -por parte de los portavoces de los Ayuntamientos de las capitales de provincia y de las ocho diputaciones- de las mociones de adhesión aprobadas por unanimidad en sus respectivos plenos extraordinarios. Solamente la Diputación de Granada, que preside el centrista José Sánchez Faba, consejero de la Junta, prefirió remitir directamente a la Casa Real el texto que había aprobado. También intervino el rector de la Universidad de Sevilla, Guillermo Jiménez.
A continuación se dio lectura a los nombres de casi trescientas entidades andaluzas que habían enviado adhesiones, junto con testimonios de carácter individual, como los de las hijas de Blas Infante, Ramón Carande, Antonio Domínguez Ortiz, Jorge Guillén, Rafael Montesinos, Antonio Mairena y Felipe González, entre otros. Se sumaron asimismo a la convocatoria, los alcaldes de Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca.
Rafael Escuredo agradeció a todos su apoyo a la iniciativa, "en la que nos ha movido únicamente, con clarísima limpieza de intenciones, la defensa de la figura del Rey frente a los ataques de que está siendo objeto", y matizó que Ia Junta de Andalucía ha recibido todo el apoyo que necesitaba", en alusión tácita a las ausencias registradas en el acto. Terminó su breve parlamento con vivas al Rey, Andalucía y España, concluyendo el mismo con la interpretación de los himnos andaluz y nacional por la Banda Municipal de Sevilla.
Partidismo y electoralismo
Cabe interpretar la citada alusión de Escuredo como dirigida a la Confederación de Empresarios Andaluces, que hace dos días decidió, tras dejar clara su posición de lealtad al Rey, mantenerse al margen del acto, por considerarlo electoralista y manipulador de la figura del Monarca, llegando a hablar de la posibilidad de que se esté produciendo una especie de golpismo al revés. La propia Unión de Centro Democrático, aunque se adhirió sin ambages a la campaña, había manifestado también sus reservas, advirtiendo que permanecería alerta ante "la intención de instrumentalizar estas iniciativas con fines partidistas y particulares.En lógica consecuencia -y aparte de la ya mencionada iniciativa de Sánchez Faba-, ninguno de los líderes regionales del partido gubernamental se encontraba presente en la Junta de Andalucía, si bien la participación centrista estuvo garantizada a través de dos consejeros del Gobierno preautonómico y otros representantes de instituciones. Por el contrario, sí asistieron al acto el presidente regional de AP -partido extraparlamentario en la región andaluza- y un dirigente de la minúscula Democracia Cristiana Andaluza.
A decir verdad, los partidos parlamentarios, a excepción del PSOE, y a pesar de las palabras de Escuredo, han visto con recelo la organización de una campaña de este tipo precisamente en vísperas de elecciones y cuando era inevitable que el máximo protagonismo recayese en el presidente de la Junta, a la vez candidato por el PSOE. Los comunistas ya denunciaron el pasado jueves una presunta maniobra socialista en la Diputación de Sevilla, mientras que un líder del PSA explicaba ayer a este periódico el malestar de su partido por ver mezclados sin remedio la expresión de sus sentimientos sinceros de lealtad al Rey con un momento de intensísima precampaña electoral en tierras andaluzas.
Precisamente ayer el secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, manifestó en un programa radiofónico que su partido destinará cincuenta millones de pesetas para la campaña electoral de su partido. Al mismo tiempo comentó que piensa que la crisis sufrida por su partido no influirá en el comportamiento del electorado comunista. Agregó que los comunistas están dsipuestos a gobernar en coalición con los socialistas y que le parece un error y una concesión innecesaria a la derecha la afirmación de que el PSOE gobernará con el PCE.
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