La reunión sobre financiación cultural se plantea la 'ética de las subvenciones'

El seminario Internacional sobre Financiación de la Cultura, que se inició ayer en Madrid, trata de estudiar las posiibilidades de financiación de la actividad cultural desde el ámbito privado y público, nacional e internacional, en un nuevo concierto de naciones. Este seminario se considera como un paso previo al segundo gran Encuentro Internacional sobre Políticas Culturales, que está programado para los meses de julio y agosto próximos en México. En el acto de ayer, el gobernador de la Fundación Europea de la Cultura, Carlos Romero de Lecea, señaló que "el peligro de las políticas culturales es que se conviertan en medios de propaganda, más inclinados hacia la política que a la propia cultura". Los estados, dijo, "han de tratar con ética y con justicia las subvenciones, las ayudas para el fomento de la cultura y las exoneraciones de impuestos a las organizaciones privadas que la propician".

Con discursos de Manuel de Prado y Colón de Carvajal, presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana, Carlos Romero de Lecea, gobernador de la Fundación Europea de Cultura, Felipe Herrera, presidente del Consejo de Administración del Fondo Internacional para la Promoción de la Cultura, dependiente de la Unesco, y Makaniman Makagiansar, subdirector de Cultura de este organismo internaciónal, se dió por inaugurado ayer el Seminario Internacional sobre la financiación de la Cultura. Convocado por los tres organismos presentes, el seminario desarrollará a lo largo de los tres primeros días de esta semana y en cuatro sesiones de trabajo, temas de cooperación financiera internacional, y vías y medios de relación entre entidades públicas y privadas para la financiación de la cultura.El punto más llamativo del discurso de Manuel de Prado y Colón de Carvajal fue, quizá, el que se refirió al tema fiscal relacionado con la financiación de la producción cultural. Según esta tesis, que más tarde fue propuesta como conclusión del Seminario por Carlos Romero de Lecea, se pediría la exención fiscal para las entidades privadas e incluso para los particulares que suplieran a la organización estatal en trabajos de promoción y financiación de la cultura y la conservación del patrimonio, por considerar esta conducta como beneficiosa para la comunidad nacional y como suplente de la propia actividad estatal, al tiempo que posibilita la necesaria pluralidad formal e ideológica.

Puente de culturas

El tema de la identidad socionacional y el contraste de culturas vertebró el discurso de Romero de Lecea y, lo conectó con el de Makaniman Makagiansar, que, procedente de una cultura oriental, sentía como evidentemente propio el tema de la diferencia. Romero de Lecea insistió en la importancia de que el seminario se celebre en España, país con una tradición de puente de culturas, razas y religiones, lugar de traducción y expansión de la sabiduría antigua y clásica a través de árabes y judíos, y punto de difusión al continente nuevo de la cultura occidental. Este lugar debe ser de nuevo ocupado por este país, según Romero de Lecea, aunque en el momento actual la visión sería menos centrada en el punto, de vista occidental.Tal vez éste era el punto fundamental del discurso ponderado y culto de Mikaniman Makagiansar, que comenzó citando a André Malraux para luego pasar a un poeta sánscrito del siglo VII, y un crítico literario, también indio, del VIII. Con un tono suave se refirió a los problemas de identidad cultural a la hora de la moderna tecnología, a la necesaria defensa de las especificidades culturales junto a lo que llamó la democratización cultural, entendida como extensión de las posibilidades de aprender y crear cultura.

Felipe Herrera, como presidente del Fondo Internacional para la Promoción de la Cultura, habló de la necesidad de un intercambio de experiencias en el campo de la financiación cultural, y se refirió, citando al Papa Juan Pablo II, a la cultura como expresión del ser más íntimo del hombre, así como al papel de la Unesco y sus brazos culturales como salvaguardadora a un tiempo de esa doble realidad y necesidad que es la pluralidad de las culturas.