La asamblea de ACOR aprobó el proyecto de una nueva azucarera en León
La asamblea de socios de la Azucarera Cooperativa Onésimo Redondo (ACOR), a la que asistieron unos 5.000 agricultores, aprobó por abrumadorá mayoría, en una votación celebrada a mano alzada, la construcción de una nueva azucarera en la provincia de León.La asamblea de socios de la Azucarera Cooperativa Onésimo Redondo (ACOR), a la que asistieron unos 5.000 agricultores, aprobó por abrumadora mayoría, en una votación celebrada a mano alzada, la construcción de una nueva azucarera en la provincia de León.
El proyecto presentado y respaldado por la junta directiva fue discutido ampliamente en una reunión de más de dos horas de duración celebrada en el polideportivo municipal de Valladolid y en la que no se permitió el acceso a la Prensa. Dos periodistas que consiguieron entrar fueron automáticamente expulsados. Las medidas de vigilancia y seguridad adoptadas por ACOR para evitar la presencia de personas que no fuesen socios fueron impresionantes, hasta el punto de que los remolacheros tardaron en entrar en el recinto más de dos horas debido a los rígidos controles establecidos. Todos cobraron una dieta de 2.000 pesetas por asistir a la reunión y los que hicieron uso de la palabra fueron fotografiados por encargo de la junta directiva.
La asamblea fue polémica y discurrió bajo un clima de gran tensión. Tensión que muchos agricultores no comprendían y que se debe fundamentalmente a los problemas surgidos entre ACOR y las tres empresas privadas que tienen azucareras en León, las cuales se oponen al proyecto. También han manifestado su oposición las centrales sindicales UGT y CC OO, que consideran que la nueva fábrica podría provocar el cierre de las tres existentes y, por tanto, la desaparición de trescientos trabajos fijos y 750 eventuales, y la Unión de Campesinos Leoneses (UCL) que cuenta con más de 4.000 afiliados.
Más riesgos que ventajas
UCL entiende que la nueva azucarera tiene más riesgos que ventajas para los remolacheros leoneses porque éstos tardarán, diez años en cobrar el retorno cooperativo; tendrán que aportar 2.000 millones en participaciones mínimas de 100.000 pesetas; no habrá remolacha para todas las fábricas y, si la nueva factoría fuese mal al tener la contabilidad independiente de ACOR-1 (Valladolid) y ACOR-2 (Olmedo), estas fábricas no acudirían en su apoyo.Estos argumentos fueron esgrimidos en la asamblea por los socios que se opusieron a la construcción de ACOR-3. Los partidarios de la tercera fábrica insistieron en que el proyecto era viable y que la previsión de nuevos regadíos significaba que habría remolacha para todas la fábricas. Además señalaron que los socios actuales de ACOR no tendrían que efectuar ningún tipo de desembolso ni de compromiso por cuanto ACOR-3, hasta su amortización tendrá una contabilidad independiente de las dos fábricas actuales y porque la inversión prevista (6.000 millones de pesetas) será financiada por créditos de la banca oficial y privada y subvenciones (3.000 millones de pesetas); las aportaciones de nuevos socios (2.000 millones de pesetas) y el fondo de amortización de ACOR (mil millones de pesetas).
La polémica surgió nuevamente en la asamblea a la hora de procederse a la votación. Algunos socios pidieron que el voto fuera secreto y protestaron por el sistema de mano alzada. Sin embargo, más del 95% de los asistentes apoyaron este método y, finalmente, aprobaron la construcción de la tercera fábrica de ACOR, que podrá molturar unas 5.000 toneladas diarias de remolacha y supondrá una difícil competencia parar las tres azucareras existentes hoy en León (Ebro, Sociedad Azucarera y Sociedad Azucarera Ibérica) que este año han tenido remolacha sólo durante dos meses, mientras que las dos fábricas de ACOR han molido durante más de cien días y han recibido más de un millón de toneladas, es decir, casi la cuarta parte de la remolacha producida en la cuenca del Duero y una cantidad similar en la cosechada en la provincia de León.
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