Los exportadores españoles tienen problemas para financiar sus ventas
La demanda de crédito para financiar las actividades exportadoras supera en estos momentos las posibilidades con que cuentan los canales específicos del sistema financiero. La debilidad de la peseta frente al dólar, con el consiguiente aumento de la competitividad de los productos españoles en los países del área de la divisa norteamericana, y la necesidad de un buen número de empresas de acelerar sus ventas en el exterior como sistema prácticamente exclusivo de garantizar su supervivencia, han provocado que se multiplique rápidamente la demanda de financiación.
Las entidades de crédito tienen que destinar, obligatoriamente, una parte de su actividad inversora a conceder préstamos para financiar las exportaciones. Estas cantidades se encuentran afectas a sus coeficientes de inversión obligatoria y en el caso concreto de la banca supone un 3% de sus depósitos. El tipo de interés al que resultan estos créditos es del 11 % aproximadamente, mientras que los libres difícilmente bajan del 15%, sin contar con las comisiones y demás gastos que este tipo de operaciones suele comportar.En el momento actual las cantidades que las entidades financieras destinan a este fin están asignadas prácticamente en su totalidad, lo que obliga a los exportadores bien a recurrir a financiarse cuatro puntos por encima de lo que les resultaba habitual, o bien a esperar que la situación se calme y puedan de nuevo obtener créditos afectos a los coeficientes. En cualquiera de los dos casos se produce una pérdida para las empresas, bien porque se le encarecen los costes, o bien porque se ven obligadas a frenar su actividad.
La solución a la actual situación no parece estar aún determinada, pero en medios financieros se apuntan como posibles dos soluciones: el incremento de los coeficientes destinados a la financiación de las exportaciones en la banca privada y cajas de ahorros, o exigir un esfuerzo adicional al Banco Exterior, que es la entidad que canaliza un mayor número de operaciones de este tipo.
Los tipos del Banco de España
A pesar de esta situación de aparente falta de financiación para los exportadores, la demanda de crédito en el sistema español continúa sin reanimarse. Sin embargo los tipos de interés de las principales entidades de crédito no se han reajustado a la baja en busca de clientes desde que hace varios meses el Popular recortase su tipo preferencial.En medio de esta situación el Banco de España procedió el pasado viernes a rebajar 1/4 y hasta 1/2 punto los tipos de interés de los certificados de depósito y de los bonos del Tesoro en sus plazos más cortos, mientras que sucedía otro tanto en la subasta de dinero interbancario.
Esta rebaja parece pretender arrastrar tras de sí los preferenciales del resto de las entidades de crédito. El banco emisor ya realizó unas operaciones similares el pasado mes de enero, que no tuvieron aparentemente otra repercusión que las observaciones que hicieron los responsables de los bancos Vizcaya y Popular en sus juntas de accionistas sobre el peligro que una baja en los tipos de interés podría representar para las cuentas de resultados de la banca.
Medios próximos al sector bancario han puesto de manifiesto que la ausencia de un único indicador oficial sobre los tipos de interés en el sistema financiero español -el tipo básico de descuento del Banco de España es hoy poco menos que una pieza de museo no revisada desde el verano de 1977 y que se encuentra en el 8%- dificulta notablemente la repercusión que la corrección a la baja apuntada por el banco emisor pueda tener en el resto del sistema financiero.
La revisión de los tipos ha ido dirigida tanto hacia las operaciones en las que el Banco de España actúa como prestamista, mercado interbancario, como en las que actúa como tomador del dinero bancario, venta de bonos y certificados de depósito. No obstante en medios del sector se estima que el efecto que puede tener la decisión de la autoridad monetaria no debe pasar del puro ámbito de lo psicológico.
Polémico precio del crédito
Este nuevo tanteo del Banco de España por inducir una baja en los tipos de interés, se corresponde con las declaraciones del ministro de Economía, Juan Antonio García Diez, quien en los primeros días del presente año manifestó que lógicamente habría que esperar algún reajuste a la baja.Sin embargo desde medios del sector privado se ha contestado con fuerza esta previsión del ministro. Para diversos portavoces bancarios los tipos de interés no flexionarán a la baja porque el hueco que ha dejado la demanda de financiación del sector privado ha sido reemplazado y con creces por el creciente déficit del sector público.
Desde estos mismos medios se ha señalado que en los momentos actuales el reajuste que se ha producido en la gestión empresarial de las compañías que han conseguido sobrevivir, hacen muy discutible el que una baja moderada de los tipos provoque un incremento de la demanda cuando el volumen genérico de actividad real del país es muy bajo.
El hecho de que las mayores empresas en crisis hayan sido protegidas por el sector público a través de los distintos planes sectoriales, y a cuyo salvamento se destinaron mas de 80.000 millones de pesetas el pasado año, junto con las mejoras en la gestión de tesorería y existencias (stocks), y el menor recurso al descuento de papel comercial, parecen ser las causas por las que las empresas privadas hayan limitado sus demandas de financiación externa, a cuyos precios han aprendido a sensibilizarse.
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