Los militares de la República

Se presenta Antonio Castellón Garcés, comandante del Ejército de la República en la 18 Brigada Mixta. Ascendido a teniente a propuesta del Campesino (herido leve en el frente del Jarama) a los seis días de hospitalizado en el hospital de sangre de Chinchón, salgo casi sin curar y me incorporo a mi brigada; ése es el momento en que se me propone el ascenso a teniente. Asciendo a capitán, a propuesta del general Rojo, en la conquista de Teruel. Asciendo al grado de comandante después de la batalla del Ebro. Exiliado forzoso, paso a Francia, maltratrado por la canalla gendarmería en un campo de concentración sin techo, con una patata cocida por comida al día. Me escapo de noche y aún tengo cicatrices de los espinos de las alambradas. En un carguero francés llego a Argelia, donde soy bien recibido en el servicio de evacuados de la República que, al parecer, mandaba Prieto. Me facilitan un poco de dinero y un pasaje, y llego a México, en donde trabajo como ebanista, que era mi oficio, en una importante empresa El Mueble, Sociedad Anónima, allí estoy hasta mi regreso al país, a los dos meses de morir Franco.¿Qué pasa con los militares de la República? En el Congreso, bla, bla, bla. ¡Estamos injustamente marginados! Sólo son reconocidos "los de academia". ¿Y de nosotros, qué? ¿Esperan que nos muramos? Tengo 77 años, poco voy a vivir, y estoy viendo que no se me hace justicia./