Juan Pablo II quiere visitar Polonia en agosto y Fátima en mayo

Jozef Glemp, cardenal primado de Polonia, invitó ayer a los fieles católicos de su país a prepararse para recibir nuevamente al papa Juan Pablo II durante las conmemoraciones del 600 aniversario de la fundación del santuario de la Virgen de Czestochowa, según anunció en su homilía pronunciada en la iglesia de San Miguel, de Varsovia, informa la agencia France Presse desde la capital polaca.Glemp destacó que la visita papal se producirá el próximo mes de agosto. Por otra parte, según informa desde Roma Juan Arias, Juan Pablo Il estará en Fátima el día 13 de mayo, aniversario de la aparición de la Virgen a los tres pastores.

La noticia de la visita a Fátima que ya circulaba oficiosamente desde hace unos meses, fue confirmada el domingo por el mismo Juan Pablo II.

Por lo que se refiere a Polonia, todo hace pensar, sin embargo, que después de la visita del general Wojeiech Jaruzelski a Moscú, ese viaje, que el mismo Papa había dado, por seguro durante, su regreso de Africa mientras conversaba con los periodistas en el avión, vuelve a encontrar dificultades.

De hecho, ayer llegó a Roma para entrevistarse con el Papa el secretario de la Conferencia Episcopal polaca, Bronislaw Dabrowski.

El prelado polaco dijo a su llegada a la capital italiana que la invitación para que el Papa visite nuevamente Polonia "es un hecho", si bien no precisó la fecha exacta de la futura visita. Dabrowski negó que existieran razones internas que obligaran al Papa a posponer su nuevo viaje.

Todos los observadores afirmaban que la visita del secretario del episcopado polaco tiene como finalidad el informar al papa Wojtyla de las últimas dificultades sobre el viaje.

Por otra parte, el hecho de que el centenario de la Virgen de Czestochowa se haya prolongado hasta septiembre de 1983 puede indicar que de este modo el viaje del Papa se podría retrasar, esperando un momento más oportuno. El mismo viceprimer ministro polaco, Miczieslaw Rakowski, en una entrevista recientemente publicada en la que se refirió al problema del viaje del Papa, había dicho: "¿Quién lo podría impedir?". Pero añadiendo en seguida: "Claro que todo depende de lo que suceda en los meses próximos".

En Roma, un periodista soviético que conversaba con algunos colegas suyos de la Prensa extranjera daba como muy difícil este viaje: "Recuerden", dijo, "lo que pasó ya durante el primer viaje e imaginen lo que podría pasar ahora".