CC OO considera incompatibles el decreto-ley de reconversión industrial y el ANE
Las piezas maestras de la política económica del actual Gobierno, Acuerdo Naciónal sobre Empleo y Decreto-ley de Reconversión Industrial, son mutuamente excluyentes, según se afirma en un trabajo finalizado por CC OO la pasada semana. El cumplimiento de las disposiciones contenidas en el mencionado decreto-ley de 5 de junio de 1981 es incompatible con el compromiso gubernamental asumido en el ANE de mantener a finales del presente año el mismo volumen de empleo que a comienzos de 1981.El trabajo de CC OO califica de incoherente con una filosofía pura de economía de mercado la política de "planes de salvación" empresa por empresa iniciada por Abril Martorell; asegura que el decreto-ley para la reconversión industrial ha llegado tarde, es malo y sus resultados son peores; y cifra en 100.000 los puestos de trabajo perdidos desde la entrada en vigor del ANE.
El informe, tras hacer un repaso a los precedentes del decreto-ley de reconversión -reestructuración de la gama blanca, sector del zinc y reestructuración de la siderurgia integral- incide en que esta norma sobre política industrial tiene abundantes imprecisiones técnicas e incluso confusiones conceptuales. Entre las últimas cita como modelo de ambigüedad la referencia al concepto "sector estratégico" que posibilita la inclusión de cualquier sector económico en el ámbito de la reconversión.
Los efectos de la reconversión sobre el empleo se pueden cifrar en una disminución media del orden del 20% al 25%, lo cual hace peligrar el ANE. Por actividades específicas las plantillas sobre las que se discuten los ajustes son las siguientes: 7.495 trabajadores en el sector de componentes eléctricos para la automo,ción (Femsa-R. Bosch); 23.315 en aceros especiales, de los cuales 19.451 se encuentran en el País Vasco; 30.000 en grandes astilleros (Astano y Astilleros Españoles); 17.000 en pequenos y medianos, astilleros cuya propiedad ostentan quince empresas; 2.900 en cobre; 400.000 en el sector textil; 7.500 en la forja pesada; y 30.000 en aceros comunes, último sector que está previsto reconvertir por la vía del decretoley.
El informe de CC OO destaca el riesgo que corren las centrales sindicales en el proceso de reconversión al pactar salarios que constituyen un importante recorte al poder adquisitivo de los trabajadores. Este compromiso de los sindicatos, añade el informe, no está valorado por las otras partes negociadoras, la Administración y la patronal.
Entre las conclusiones que CC OO entresaca del estudio de la reconversión pone a la cabeza la ausencia real de tina política industrial que defina, unos objetivos concretos a la vista de nuestra presunta incorporación al seno de la Comunidad Económica Europea en el horizonte del año 1984.
Destaca asimismo la creciente privatización de los Presupuestos Generales del Estado, del crédito oficial y de la solvencia del Estado a través de los avales del Instituto de Crédito Oficial y la sospecha de que el tratamiento fiscal que recibe la reconversión industrial puede hacer irreconocible la reforma fiscal elaborada por el exministro de Hacienda, Fraricisco Fernández Ordóñez.
Falta de rigor
La falta de rigor al aprobar los planes, así como la ausencia de control de la Administración sobre el grado de cumplimiento de los mismos -características comunes a la mayor parte de las reestructuraciones llevadas a cabo -según el informe- han convertido la reconversión sectorial en muchos casos en un tráfico de influencias que coloca al Gobierno al borde de las prácticas clientelares.CC OO, por último, asegura que se hace necesario en estos momentos un debate en profundidad sobre política industrial, un compromiso del Gobierno para que periódicamente informe al Parlamento sobre la marcha y detalles de la reconversión, y activar la constitución y puesta en marcha del Consejo Económico Social como máximo órgano deliberante sobre política industrial.
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