La Asociación de la Prensa de Madrid pide respeto para la libertad de información

La junta directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid hizo pública ayer una nota en la que expresa que "considera inadecuada la retirada de credencial al periodista Pedro J. Ramírez y hará todas las gestiones que sean precisas para resolver de forma negociada el problema planteado". La Asociación, que promete ayudar con todos los medios a su alcance al periodista afectado, se abstiene "de entrar en el fondo del reportaje sub judice que desencadenó el incidente en el juicio del 23-F". La Asociación de la Prensa subraya una vez más la obligación que tienen todas las instituciones y organismos públicos y privados de respetar la libertad de expresión. La Asociación de la Prensa insiste por otra parte, en que "los posibles delitos que puedan cometer los profesionales del periodismo deben ser juzgados por los tribunales ordinarios." Al mismo tiempo exhorta a todos los periodistas, "al buen entendimiento con las Fuerzas Armadas, especialmente en estos momentos. Es falso que exista en España colisión entre la profesión periodística y la profesión militar". Por tanto la junta directiva de la Asociación "recuerda a todos la trascendencia de los momentos que vivimos y apela a los profesionales del periodismo a desescalar la tensión, así como a la serenidad, la moderación y la concordia como fórmulas más adecuadas hoy para conservar y consolidar el régimen de libertades"."

Tanto la Asociación de la Prensa de Madrid, a través de su presidente, como el jefe de Prensa del Ministerio de Defensa, general Toquero, el decano del Colegio de Abogados, Antonio Pedrol y el abogado Rafael Pérez Escolar que asiste al juicio en calidad de observador, están realizando gestiones intensas para conseguir que el Presidente del Tribunal retire la orden de expulsión que pesa sobre el director de Diario 16.

Paralelamente, el director de Diario 16 manifestó ayer a Radio Miramar de Barcelona que de haber sabido las consecuencias que ha provocado la información desencadenante del conflicto no la habría publicado, "no porque la considerara punible sino porque no tenía la importancia que se le ha querido dar".