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La URSS acepta las negociaciones para la venta de gas a España

La Unión Soviética ha respondido afirmativamente a la propuesta española para el inicio de conversaciones sobre la compra de gas siberiano por la Empresa Nacional del Gas (Enagás), según confirmó ayer EL PAIS en fuentes solventes. Las negociaciones formales entre los dos países comenzarán, previsiblemente, el próximo mes de abril.La propuesta española fue transmitida al Ministerio de Asuntos Exteriores soviético por el embajador en Moscú, Juan Guillermo Perinat, durante el pasado mes de enero (ver EL PAIS de 26 de enero de 1981). En la respuesta soviética se acepta la oferta española en espera de la fijación de un calendario posterior para las negociaciones.

Las conversaciones formales las llevará a cabo, por parte española, una comisión negociadora creada ad hoc que presidirá el secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores, Gabriel Mañueco. De esta comisión forman parte representantes de los ministerios de Industria, Comercio y Asuntos Exteriores, así como del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH) y la Empresa Nacional del Gas (Enagás). Por parte soviética es previsible que las negociaciones las centralice la empresa soviética de exportación de gas, Soyuz Gas Export.

Fuentes solventes señalan que, en estos momentos, está bajo estudio, por parte española, una oferta concreta que se presentará a la delegación soviética cuando comiencen las negociaciones el próximo mes de abril.

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Las conversaciones formales sobre el gas siberiano comenzarán en abril

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Los cálculos iniciales realizados por parte española indican que será necesario un volumen mínimo anual de 2.000 millones de metros cúbicos de gas natural para que la importación sea rentable. No hay que olvidar que la llegada del gas natural soviético a España exigirá una fuerte inversión en las obras de construcción de un gasoducto que una la red española con la francesa, posiblemente a través del Pirineo de Huesca, a la vez que habrá que pagar unos derechos de paso por Francia y la República Federal de Alemania.

En la propuesta concreta no se descarta que se incluyan una serie de asuntos o materias en las que, aparte del gas natural, España y la URSS pueden colaborar. La participación de los ministerios de Industria y Comercio en las conversaciones, aparte de la supervisión técnica, persiguen precisamente incluir esos campos de colaboración, que algunos medios soviéticos consideran como las "contrapartidas" políticas por el suministro del gas.

A este respecto, en algunos medios industriales españoles no se descarta una participación hispana en la construcción del gasoducto. Aunque este asunto es, obviamente, tema a negociar, la industria española podría beneficiarse de este "contrato del siglo", aunque sea indirectamente.

Otro tema duro de negociar será la cuestión de la financiación. La Unión Soviética, como ha demostrado los contratos firmados con Francia, RFA e Italia, exige ayudas concretas en la financiación de las obras de construcción del gasoducto, un tendido de tubos de más de 5.500 kilómetros capaz de transportar 40.000 millones de metros cúbicos de gas al año.

Participación española

A este respecto, la participación de representantes económicos en la delegación española será decisiva para determinar los créditos a la exportación (compras de material, etcétera) que España pueda aportar a la empresa. Asimismo, es previsible que se lleguen a acuerdos más amplios de exportación de productos españoles, en el caso posible de que la contribución española a la construcción del gasoducto sea mínima.

Por otro lado, los medios informativos soviéticos han anunciado esta semana el inicio de la construcción del gasoducto, gracias a la llegada desde la República Federal de Alemania de los primeros tubos del gasoducto. Según el diario Izvestia, ha comenzado el trabajo de limpieza del terreno en varios puntos de la construcción.

Asimismo, el periódico señala que se ha comenzado a racionalizar el proceso de almacenamiento de los tubos a lo largo del recorrido, uno de los problemas logísticos más importantes. Los técnicos soviéticos esperan haber completado el gasoducto dentro de dos años en la esperanza de enviar gas hacía la RFA a finales de 1984.

A España, sin embargo, esta llegada puede retrasarse algunos años más debido a los problemas de expropiación de los terrenos por los que debe pasar la unión de la red de los gasoductos español y francés.

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