El papel de la División Acorazada, centró ayer la atención del juicio

El esclarecimiento de los hechos registrados en el seno de la División Acorazada Brunete número 1 y de las implicaciones en la sublevación militar del 23 de febrero, de militares relacionados con esta unidad, constituyó el tema central del tercer día de la vista que se sigue contra los 33 procesados por la intentona golpista, de la que hoy se cumple un año. Tanto el general Torres Rojas, a la sazón gobernador militar de La Coruña, como el coronel San Martín, jefe del Estado Mayor de la unidad, y el comandante Pardo Zancada, que mandó las fuerzas del Ejército que se sumaron a los asaltantes del Congreso, aseguran en sus testimonios que fue el general Juste, que en ningún momento perdió el mando de la División, quien dio las órdenes de movimiento de todas las unidades, con la excepción de la salida de los 120 hombres mandados por Pardo.De las declaraciones de Torres Rojas y Pardo Zancada, que se entrevistaron con el capitán general de Valencia en los días inmediatamente anteriores a la rebelión militar, se desprende que Milans jugó un activo papel con el fin de poner la DAC al servicio del golpe. El es quien decide prescindir de Juste, por considerarlo "un hombre poco dado a aventuras", y poner de forma irregular a Torres Rojas -antiguo jefe de la DAC- al frente de la unidad que había de tomar Madrid. Milans es, asimismo, quien da el día antes del golpe las instrucciones finales a Pardo Zancada, quien afirma haberse trasladado para ello a Valencia, con el permiso del coronel San Martín.

El teniente coronel Tejero volvió a poner una nota de dudoso humor en la jornada al afirmar en un careo leído ayer, en el que se discutían sus afirmaciones, que "la próxima vez que entre en el Congreso tomaré nota de cuándo hago las cosas". La frase fue reída por un sector del público presente en la sala.

Páginas 13 a 17