"Es imposible convertir en profesores permanentes a todos los no numerarios", según Saturnino de la Plaza

La certeza de que en esta ocasión la ley de Autonomía Universitaria (LAU) será aprobada en el Parlamento, la ausencia de motivos reales para la actual huelga de los penenes en algunas universidades y la necesidad de que los partidos no se dejen presionar por grupos interesados en el proceso de elaboración de la citada ley resumen las declaraciones hechas ayer a EL PAÍS por Saturnino de la Plaza, secretario de Estado para las Universidades, con motivo de su viaje a Oviedo para presidir la toma de posesión del rector de la Universidad asturiana, Teodoro López Cuesta.

El profesor López Cuesta, catedrático independiente y demócrata, ha sufrido en dos frentes los ataques dirigidos contra la LAU: primero, la Asociación de Catedráticos impugnó las normas para su elección por adaptarse a los porcentajes de representación de ésta, y ahora, los penenes se encuentran en huelga para reivindicar su estabilidad en la docencia universitaria.Saturnino de la Plaza mostró su convencimiento de que UCD y el PSOE mantendrán el acuerdo para aprobar la LAU, puesto que su ruptura significaría una apuesta inequívoca por la inmediata convocatoria de elecciones generales. Interrogado sobre las supuestas presiones ejercidas sobre UCD, e incluso sobre el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, por parte de diversas instancias conservadoras y, en particular, por los catedráticos, para evitar que los cargos unipersonales de la universidad sean ocupados por profesores permanentes -con dedicación exclusiva-, respondió que si tales presionen existen, deben ser rechazadas por el Parlamento. «Por otra parte», agregó, «los catedráticos tienden a adquirir la dedicación exclusiva».

El secretario de Estado para las Universidades minimizó el alcance de la huelga de los profesores no numerarios, en la que no se ve más sentido que «un intento de conseguir más de lo que se les puede dar». «Convertir a todos los penenes en profesorado permanente con la entrada en vigor de la ley», afirmó, «es imposible; hipotecaría la universidad durante más de treinta años y resultaría inadmisible si tenemos en cuenta que bastantes de ellos accedieron a sus actuales puestos nombrados a dedo y sin superar prueba alguna». En su opinión, la huelga es minoritaria y, en algunos casos, puede ser el resultado de una lectura insuficiente de la LAU.

Saturnino de la Plaza analizó, con EL PAÍS en la mano, las peticiones de los profesores no numerarios de las universidades vascas y dijo que el primer apartado está ya recogido en el informe de la ponencia; cree que el segundo también será introducido en la LAU, y en cuanto al tercero, considera que choca con el sistema de habilitación previsto en la ley.

En síntesis, el secretario de Estado asegura que los penenes tienen garantizada la estabilidad en el empleo durante cuatro años, según el proyecto de ley, y que a partir de ese período se abren varias vías de acceso para convertir en permanente su función. «Eso no quiere decir», añadió, «que quienes no consoliden su situación vayan a ser expulsados de la universidad, pues queda todavía abierto el camino de los contratos renovables».

Los profesores de las universidades vascas han planteado las siguientes reivindicaciones, comentadas por Saturnino de la Plaza en Oviedo:

a) Quienes a la entrada en vigor de la ley sean profesores no numerarios que hayan impartido de manera ininterrumpida la docencia durante cinco cursos académicos con el título de doctor podrán ser contratados, siempre que sea en el mismo centro y en disciplina análoga, con carácter permanente, en régimen de dedicación exclusiva, como profesores asociados o catedráticos de escuelas universitarias, sin necesidad de obtener la habilitación estatal.

b) Quienes a la entrada en vigor de la ley sean profesores no numerarios que hayan impartido la docencia durante cinco años ininterrumpidos podrán, siempre que sea en su mismo centro y disciplina, ser contratados con carácter permanente, en régimen de dedicación exclusiva, como agregados de escuelas universitarias, sin necesidad de obtener la habilitación estatal.

c) Quienes a la entrada en vigor de la ley sean profesores no numerarios y no cumplan el requisito de antigüedad de los apartados anteriores (cinco años) podrán ser contratados con carácter permanente y en régimen de dedicación exclusiva cuando cumplan dicho requisito de antigüedad.

Según este planteamiento, los no doctores podrían ser agregados sin necesidad de la habilitación, y quienes no lleven cinco años cuando se apruebe la LAU podrán llegar a catedráticos o agregados al cumplir el quinquenio.