El caos de Iberia
Después de un viaje por varios países americanos, tomando aviones de distintas compañías que funcionaron perfectamente, tenía reservadas y reconfirmadas dos plazas para el vuelo IB-946, a las 18.35 horas del pasado día 6 -del actual mes de Febrero, Santo Domingo-Madrid. Ante la oficina de Iberia del aeropuerto de Santo Domingo nos encontramos más de veinte personas en análogas condiciones y con plazas reconfirmadas en días precedentes, pero el avión estaba ya completo. Las protestas de los viajeros, muchos de ellos con enlaces en Madrid para distintos países de Europa, no consiguieron ningún resultado ante el over-booking del avión, salvo la posible elección entre permanecer varios dias más en Santo Domingo o tornar un avión de la compañía americana Eastern para Puerto Rico y, desde allí, enlazar con uno de Iberia cinco horas más tarde.La mayor parte de los viajeros que tenían enlace para otros países de Europa lo perdieron. En el aeropuerto de San Juan tuvimos las molestias de trámites de aduana y policía de EE UU, aunque íbamos en tránsito, sin que ningún funcionario de Iberia colaborase lo más mínimo.
Los comentarios generales del personal del aeropuerto de Santo Domingo, así como los del personal del aeropuerto de San Juan eran que situaciones como éstas son normales en nuestra compañía nacional.
El télex que prometieron enviar a Madrid para avisar a nuestra familia del retraso, en caso de haberse cursado, no fue transmitido por teléfono a la misma. Me pregunto: ¿Esta compañía, que es de todos los españoles, llena de burócratas y de personal bien pagado, con déficit financiero anual, puede ser algo positivo para nuestra imagen y nuestra economía o una lacra solamente?/
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