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La plataforma semisumergible se hundió en las mismas aguas que el 'Titanic' en 1912

La Ocean Ranger, plataforma petrolera que se hundió el pasado lunes, yace ahora en el fondo del mar al lado del Titanic, y sus 84 ocupantes desaparecidos se han sumado a los 1.513 muertos del naufragio del trasatlántico en 1912.

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El hundimiento de esta plataforma es, tras el naufragio de la Alexander Kiélland en Ekofisk -en pleno mar del Norte-, que originó hace dos años la muerte de 123 personas, el más mortífero en la corta historia de la exploración petrolífera en el mar.Todo empezó el pasado viernes: la más perfecta de las plataformas semisumergibles, fabricada hace seis años en los astilleros Mitsubishi, en Hiroshima, y anclada desde noviembre de 1980 a 175 millas al este de Terranova, se inclinó bruscamente entre cinco y diez grados a consecuencia de la excesiva aspiración de agua, por medio de una bomba, en uno de sus lastres.

La alerta fue inmediatamente dada en la plataforma, donde trabajaban quince norteamericanos, un británico y 68 canadienses, en su mayoría originarios de Terranova. Un portavoz de la compañia Mobil Oil Canada, que fletaba esta instalación, propiedad de la sociedad norteamericana Ocean Drilling and Exploration, precisó poco después que el incidente sólo duró diez minutos y que "todo había vuelto a la normalidad".

A la vista de lo ocurrido cabe ahora preguntarse, según afirman los expertos, si la plataforma gigante no presentaba algún defecto de fabricación en alguno de sus pies metálicos inmerso en las heladas aguas del golfo de San Lorenzo, en pleno Atlántico norte.

Sobre este aspecto concentrarán su atención las comisiones de investigación que tanto los Gobiernos de Canadá como de Terranova han prometido crear.

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Lo más sorprendente en este asunto es el desconcierto de los expertos, que consideraban insumergible a la plataforma, como también lo hicieron hace setenta años cuando naufragó el Titanic, un barco que no podía naufragar, hasta que un iceberg reventó su casco, provocando su hundimiento.

La plataforma, tan parecida a una fortaleza, con sus cuatro grandes pies, que la elevaban hasta 41 metros por encima del nivel del mar, y su torreón, de 110,9 metros de alto, "soportó este mismo invierno", según Ad Spindler, portavoz de los astilleros, "tempestades aún más violentas y había sido construida para resistir olas de hasta 37 metros.".

Un técnico que abandonó recientemente la Ocean Ranger afirmaba, desconcertado: "Este tipo de instalación puede, en casos extremos, darse la vuelta, a pesar de que sea más grande que un campo de fútbol y más alta que un edificio de 25 pisos. Pero que se haya hundido es imposible entenderlo".

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