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LOS PARTIDOS POLÍTICOS SE PREPARAN PARA LA CARRERRA ELECTORAL AL PARLAMENTO ANDALUZ / Y 4

UCD confía en los resortes del poder y en el desgaste de la izquierda en los Ayuntamientos para no fracasar en Andalucía

La visita de los ministros en plena actividad maguradora, la descalificación de la gestión municipal de la izquierda y la presentación ante los empresarios de que es UCD, en lugar de Alianza Popular, la verdadera alternativa de la derecha para frenar al PSOE, son los tres ejes alrededor de los cuales va a girar la campaña electoral de UCD en Andalucía. El partido en el Gobierno concurre a los comicios regionales del 23 de mayo con la preocupación de obtener más escaños que el partido de Manuel Fraga, pues, como reconocía el secretario general de UCD-Andalucía, éste hecho significaría, muy probablemente, el final de la validez de la "fórmula centro".Desde el II Congreso regional de UCD, celebrado hace tres semanas en Torremolinos (Málaga), la mayor parte de los actos del partido y del Gobierno tienen como horizonte las elecciones de Andalucía. El último Consejo de Ministros, por ejemplo, nombró a Felix Manuel Pérez Miyares delegado del Gobierno en Andalucía y a Salvador Camino subgobernador civil del Campo de Gibraltar; asignó casi 3.000 millones de pesetas para mejorar las escuelas andaluzas, una cantidad no especificada para financiar viviendas sociales en las ocho provincias, y 1.286 millones para el saneamiento integral de la Costa del Sol. También prometió el Consejo la supresión del peaje del puente sobre la bahía de Cádiz y destinó un proyecto de inversiones para el Campo de Gibraltar. Todo ello, añadido al "cumplimiento de la Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas" y a la adopción de "decisiones financieras para el reparto del Fondo de Compensación Interterritorial".

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Aterrizaje de ministros

Paralelamente a las medidas de este Consejo de Ministros, dedicado prácticamente en su totalidad a Andalucía, se ha producido el primer aterrizaje de sus titulares a las ocho provincias andaluzas. Juan Antonio García Diez (Vicepresidencia Económica) ha visitado la fábrica de la compañía General Motors en el gaditano Puerto Real; Manuel Núñez (Sanidad) inaguró el hospital sevillano de Valme (terminado y cerrado desde hace dos años); José Luis Alvárez (Agricultura) ha presentado personalmente en Andalucía un plan de inversión de 60.000 millones de pesetas para créditos agrícolas, a devolver en diez años y con un 7% de interés; Juan José Rosón (Interior) lnaguró el nuevo edificio de la comisaría de Cádiz, mientras que Soledad Becerril (Cultura) ha hecho otro tanto en bibliotecas y museos.

Ollart (Defensa) visitó en Alcalá de Guadaira las instalaciones del montaje del tanque AMX-30, Federico Mayor (Educación) presidió la apertura de varias escuelas en Sevilla y Luis Ortiz (Obras Públicas) ha puesto la primera piedra de un puerto de refugio en Conil, el Sia antes de inagurar un puente en Sevilla. Todo ello en menos de dos semanas. Y, de cara a la actividad futura, los responsables centristas regionales esperan una intensa participación de Leopoldo Calvo Sotelo en la campaña electoral, cuyo estreno podría ser su asistenela, el próximo fin de semana, a los Carnavales gaditanos. El secretario general de UCD- Andalucía, Carlos Rosado, justifica tan reiteradas visitas e inaguraciones argumentando que cada partido hace campaña con lo que puede y tiene: la oposición, con promesas. El partido que está el Gobierno, con realizaciones. Por eso anuncia que aun quedan en Andalucía al menos doce pantanos en la cuenca del Guadalquivir, que serán oportunamente inagurados antes del 23 de mayo.

Sus adversarios políticos comentan que en Galicia hicieron algo similar. El presidente de Telefónica, Salvador Sánchez Terán, después de inagurar 82 nuevos teléfonos públicos, llegó a expresar: "Este es el año más importante en la historia de la Telefónica en Galicia", (Ver EL PAIS, del pasado 15 de octubre), y después perdieron las elecciones. Sin embargo, en UCD se atribuyé aquel fracaso, entre otras razones, a que el Gobierno intentó capitalizar sus logros una semana antes de las elecciones. Por este motivo, en Andalucía no han demorado el inicio de la campana.

La principal preocupación de UCD en estas elecciones es que les supere AP. El secretario de los centristas andaluces está convencido de que si ésto sucede, tendrán que avenirse a la "mayoría natural" que Fraga propugna, y ello implicaría -en su opinión y en la de muchos dirigentes del partido- el final de UCD, que iniciaría entonces un proceso de fugas por la izquierda. No obstante, tanto Rosado como Félix Manuel Pérez Miyares y Soledad Becerril (las tres personas, junto con Iñigo Cavero y Martín Villa, responsables de la campaña) son optimistas respecto a los resultados y convergen afirmar que 25 escaños sería un resultado muy aceptable, e implicaría la consolidación del electorado centrista.

El otro gran objetivo de los centristas andaluces consiste en la recuperación de su imagen, que quedó seriamente dañada el 28 de febrero de 1.980, cuando propugnaron la abstención en el referendum y los andaluces respondieron favorablemente en mayor proporción que lo hicieran vascos y catalanes, con un 52,6%. Sin embargo, la pregunta que el Gobierno formuló en aquella ocasión: "¿Da usted su acuerdo para la ratificación de la iniciativa prevista en el artículo 151 de la Constitución, a efectos de su tramitación por el procedimiento establecido en dicho artículo?" y el lema defendido entonces por quienes ahora prometen autonomía "Andaluz, éste no es tu referendum", no creen los responsables de la campaña que vaya a tener una influencia decisiva en las urnas. "A la gente no hay que hablarle del pasado" señala Carlos Rosado. "Nosotros cometimos un error y rectificamos a tiempo. Hemos desbloqueado el proceso autonómico, hemos hecho viable el estatuto de autonomía y vamos de demostrar que la izquierda es ineficaz cuando gobierna".

En esta última afirmación va a concentrar UCD sus esfuerzos en Andalucía. Por un lado, recordarán el chiste que corría por Sevilla durante la primera etapa de la Junta, gobernada por el socialista Rafael Escuredo: "En la Junta no hay nepotismo", cuentan los de UCD que se comentaba entonces. "Hay pepotiso". "Pepotismo" de Pepote (como se conoce al secretario general del PSOE andaluz, José Rogriguez de la Borbolla), debido a la cantidad de parientes que trabajaban en el gobierno preautonómico, mientras que los ataques a la gestión municipal de la izquierda se orientarán, fundamentalmente, a denunciar los "impuestos esquilmantes" -según Pérez Miyares"con que han saeteado a los ciudadanos","al hundimiento del sector de la construcción, provocado por los comunistas, que poseen un elevado número de consejerías de urbanismo, mediante su política de congelar la concesión de licencias",y a la denuncia de "una política de personal que raya en el escándalo", prosigue Carlos Rosado, "y que ha dado lugar a la existencia de ayuntamientos paralelos".

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