El PSOE presenta una proposición sobre el síndroine tóxico

El Grupo Parlamentario Socialista presentó ayer al Congreso de los Diputados una proposición no de ley sobre fijación de cincuenta criterios inspiradores de las actuaciones del Gobierno en relación con el síndrome tóxico. Si esta proposición no es aceptada por UCD, originará un nuevo debate parlamentario sobre el síndrome. "Esta proposición es perfeccionable, como todo, y no tenemos un especial interés en un nuevo debate, pero sí en que el Gobierno acometa de una vez las medidas que debe realizar", dijo Cirlaco de Vicente en la conferencia de Prensa de presentación de los cincuenta puntos que el PSOE considera urgente abordar.Dicha proposición censura el interés gubernamental de resolver los problemas del síndrome tóxico desde un punto de vista exclusivamente economicista, con olvido de que lo fundamental para los afectados es la conservación de la salud y la exigencia de responsabilidades para los causantes del eiivenenamiento. Apunta también la proposición socialista a la lentitud y descoordinación con que el Gobierno ha realizado sus actuaciones, especialmente en las zonas rurales, y su escasa receptividad y falta de colaboración con las asociaciones de afectados (sólo una de ellas ha recibido subvención).

Necesidad de una política informativa

La ausencia de una comisión epidemiológica -sólo se ha contado con el trabajo de algunos epidemiólogos aislados- y la carencia de una política informativa, que ha generado una falta de respuesta a cuantas hipótesis arbitrarias y científicamente inconsistentes han surgido, son algunos de los aspectos fallidos, en el tratamiento inicial del síndrome tóxico por parte gubernamental, que recoge la proposición socialista. A ello se une la falta de un estudio epidemiológico serio de las relaciones entre vehículo y agente tóxico y sobre la población en riesgo de estar afectada, así como la desconexión con la autoridad judicial por parte de las comisiones clínica y científica.

Estas medidas se inician en la creación de un Plan Nacional del síndrome tóxico, con un único responsable, con categoría de director general. La proposición socialista entiende que el Gobierno debe considerar el síndrome como "una situación de emergencia nacional" y, por tanto, "el plan nacional debe tener autonomía presupuestaria y ejecutiva". Entre las novedades que ofrece esta proposición se encuentra, en primer lugar, la pretensión de unificar todas las acciones de la Administración relativas al síndrome tóxico en una sola dirección general, con dedicación exclusiva de todas las personas que trabajan en este tema, no como hasta ahora sucedía, que algunas de ellas las alternan con otros trabajos.

Las siguientes novedades ofrecidas por los socialistas incluyen la posibilidad de colocarla investigación bajo la tutela de la dirección única, abrir nuevas líneas de investigación, en temas como la aparición de procesos de tumores, afecciones nefrológicas, etcétera, realizar un estudio epidemiológico prospectivo, que hasta ahora no ha existido, y subvencionar totalmente a las asociaciones de afectados.