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Fuerte resistencia a la baja

La semana ha comenzado con unas reuniones que han manifestado una característica positiva común: una fuerte resistencia a la baja.Después de los débiles cierres que se apuntaron en las reuniones del pasado viernes, casi todos los especialistas llegaban ayer por la mañana a las salas de contratación con la impresión de que el descalabro podía producirse en cualquier momento. Estas impresiones aparecían avaladas por el incremento en el número de las órdenes que habían llegado, acumuladas durante -el fin de semana.

No obstante, los mercados resistieron. Tras unos indicios titubeantes y, probablemente al comprobar que Hidro Cantábrico, una de las primeras sociedades en negociarse en el mercado madrileño, daba signos inequívocos de fortaleza, el ambiente se fue animando y la amenaza inicial de que se produjese tina serie de bajas ininterrumpidas acabó por disiparse.

Incluso en el caso concreto de la Bolsa madrileña, de no haber sido por la baja de un punto en Telefónica, los resultados que hubiese expresado el índice general probablemente hubiesen resultado discretamente positivos.

La anécdota de la reunión estuvo en ver cómo todas las fuerzas vivas del mercado pugnaban por adquirir acciones de dos sociedades concretas: Hidro Cantábrico y Explosivos.

Especialistas, gestores, inversores y banderilleros actuaron como un solo hombre en demanda de estos títulos, cuyos precios experimentaron unas importantísimas revalorizaciones y para los que persistía la demanda después de concluida la reunión, aunque ya más matizada.

Las matizaciones vinieron dadas por el hecho de que, nada más terminar el corro de Explosivos, se pedían del orden de las 100.000 acciones y se hablaba de que la demanda.únicamente sería cubierta en un 20%. Sobre las 13.30 horas de la mañana ya quedó establecido que el reparto se haría en razón de cubrir un 65%. de las órdenes de compra. Esto significa que o bien los frustrados compradores retiraron sus órdenes, o que algunos vendedores se pusieron nerviosos a la vista de las subidas y se apresuriron a rematar sus partidas. En cualquier caso, lo que sí quedó claro es que ese valor se habíi debilitado notablemente.

En cuanto a Hidro Cantábrico, de los momentos iniciales, en los que se pensó que no se podría marcar cambio por la desproporción entre las partidas compradoras y el papel puesto a la venta, se llegó a un cambio de compromiso, establecido en un 134% en el mercado madrileño, justo el límite máximo de subida que autoriza el actual reglamento.

Por lo demás, las sesiones tuvieron bastante poco que contar. Insistir en la resístencia a la baja que manifiesta el mercado, y confirmar el mal momento que atraviesan los valores bancarios, que son, con diferencia, los que acumulan un mayor número de órdenes vendedoras.

En Madrid, los siete grandes presentaban unos saldos que se situaban entre las 10.000 y las 20.000 acciones a la venta por cabeza, con la excepción de Banesto, que presentaba uiia diferencia entre compras y ventas de 45.265 títulos.

Cabría resaltar, eso sí, el empeño que están manifestando los cuidadores de los precios de estas entidades por evitar mayores descalabros en sus cambios.

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