Rectificación sobre Sanidad
Han aparecido en el diario del 5 de febrero de 1982 unas declaraciones mías al periodista Antonio Tinoco. Creo que el, periodista actuó con buena voluntad y de una manera profesional competente, de ello no tengo duda alguna, pero por condensar el texto excesivamente han aparecido conceptos en lugares distintos donde debían aparecer y se han producido, con este motivo, pequeñas distorsiones de información que deseo aclarar.Así, por ejemplo, se dice en la portada, y en algún otro lugar, que en mi departamento tenemos un número insuficiente de médicos, y eso es cierto, pero no para revisar esos cuatrocientos medicamentos a los que se alude, que es labor de todo el centro, sino insuficiente para hacer frente a las responsabilidades del departamento. En relación a la farmacopea, es cierto que es del año 1954, pero no denuncio ninguna irregularidad, ya que la revisión no depende de nosotros, sino de una comisión que se viene reuniendo hace ya tiempo. En este sentido, en otro lugar de la entrevista se indica cómo el Centro Nacional de Farmacobiología aplica las farmacopeas europea, americana o de otro origen, en función de las exigencias técnicas. Por tanto, no hay ningún, problema en estos momentos. Fue una pregunta presentada por el periodista a la que contesté de esa forma.
Sí me ha sorprendido, desfavorablemente, el título con el que se encabeza la página 25, puesto que da la impresión de que estoy en contra de la situación de vigilancia y control del medicamento, tal como se lleva ahora, y eso no es cierto, sino todo lo contrario, pues estoy colaborando con mi esfuerzo personal a la labor inteligente que se está realizando, aun contando con los insuficientes recursos humanos y materiales de que disponemos. Sí me refiero, en otro lugar, a la insuficiencia de personal que padecemos, especialmente en relación al estudio y control de las reacciones adversas.
En este sentido también, como me pronuncié en relación a que debía haber otros profesionales, además de los farmacéuticos actuales, en las labores de inspección de reacciones adversas, así como otros profesionales, pero no dije que los inspectores debían ser médicos, como se dice en un titulito en medio de la página citada./
Jefe del Departamento de Farmacología Clínica, Investigación Médica y Farmacovigilancia del Centro Nacional de Farmacología de Majadahonda.Madrid.
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