La OTAN ha perdido la batalla propagandística contra el Este
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha perdido la guerra de la propaganda contra los países del Pacto de Varsovia. Esta es la principal conclusión a la que han llegado los expertos de la Wehrkunde Gesellschaft -asociación privada germano-occidental especializada en los temas de defensa-, reunidos el pasado fin de semana en su asamblea anual, en Munich.
Entre los participantes destacaban el secretario de Defensa norteamericano, Caspar Weinberger; su homólogo germanooccidental, Hans Appel; el general Bernard Rogers, comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa; Joseph Luns, secretario general de la OTAN; Arthur Burns, embajador norteamericano en Bonn; Richard Burt, director de Asuntos Político-Militares del Departamento de Estado; el profesor Pierre Hasner, de la Fundación Nacional de Ciencias Políticas de París; el embajador Paul A. Nitze, negociador en las conversaciones de Ginebra sobre los euromisiles; el embajador Max Kampelman, representante norteamericano en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), y numerosos parlamentarios europeos y estadounidenses.El diputado británico Geoffroy Pattie presentó ante los expertos un balance negativo de la popularidad de la OTAN en la opinión pública de los países miembros.
"Una mayoría de los ciudadanos de Alemania Occidental, el Reino Unido y Holanda siguen siendo partidarios de la OTAN", según un sondeo de la agencia norteamericana oficial United States International Communication Agency, (USICA) efectuado en julio de 1981 en cinco países europeos (Holanda, Francia, República Federal de Alemania, el Reino Unido e Italia), informó Pattie.
"Pero", añadió Pattie, "los italianos están divididos mitad y mitad entre la OTAN y el neutralismo, mientras una mayoria de franceses prefieren -lo que constituye un cambio de opinión con respecto a marzo de 1981 - la neutralidad a la afiliación a la AIianza Atlántica".
Un 56% de los holandeses es favorable a la OTAN, así como el 64% de los alemanes del Oeste, el 59% de los británicos y el 49% de los italianos. En los citados países, las tendencias neutralistas están en aumento en un 10%, excepto en la RFA, donde el neutralismo sólo progresó un 4% entre marzo y julio de 1981.
"Todas estas tendencias neutralistas", agregó Pattie, "se basan en una creencia muy sencilla: la estrategia de disuasión de la OTAN no conseguirá mantener la paz". Esta idea ha podido propagarse porque los Gobiernos europeos han fracasado en sus intentos de explicar la disuasión occidental ante los cohetes SS- 20 soviéticos, y la terminología armamentista sigue siendo descoriocida para la mayoría de la gente.
En su intervención, Weinberger amenazó con volver a una política exterior norteamericana aislacionista. "El aislacionismo", advirtió Weinberger, "bajo una forma u otra, no está muy alejado,de la mentalidad norteamericana y del Congreso".
"El pueblo norteamericano, me lo temo, preguntará en breve a sus congresistas si es necesario o incluso deseable seguir ayudando a sus aliados, si tiene el sentimiento de que éstos no soportan una parte justa del peso de su defensa", agregó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.