Escándalo financiero en la RFA en torno a una empresa dedicada a la construcción
Los oscuros negocios de miembros de la presidencia de la empresa constructora alemana Neue Helmat, la mayor de Europa y de propiedad sindical, han desencadenado en la República Federal de Alemania un escándalo financiero, en el que pueden quedar salpicados los sindicatos."Neue Heimat, los oscuros negocios de Vietor y camaradas", fue el títular de esta semana del semanario de Hamburgo Der SPiegel, que desenmascara toda una serie de asuntos de los directivos de la gigantesca empresa constructora. El semanario informa de la creación de empresas con hombres de paja, que se dedicaban a sacar el dinero a los numerosos inquilinos por medio de las cuentas de la calefacción, antenas de televisión y otras triquiñuelas.
Neue Heimat, que significa algo asi como "nuevo hogar" o "nueva patria", tiene en la RFA 322.000 viviendas, y administra más de medio millón; ingresa anualmente 2.000 millones de marcos de alquileres (unos 85.000 millones de pesetas), controla unas sesenta empresas en la RFA y participa en el capital de setenta empresas en el extranjero.
Propiedad de los sindicatos
Este imperio de la construcción pertenece a los sindicatos alemanes, y el presidente de la Confederación Sindical, Heinz Oskar Vetter, es el presidente del consejo de administración de la gigantesca empresa.De la Neue Heimat se dice que con su concepción urbanística destrozó el paisaje alemán más que los bombardeos de los aliados en la segunda guerra mundial. La empresa, a pesar de sus conexiones sindicales, o quizá por ellas, apareció con frecuencia vinculada a dudosos tejemanejes, en muchos casos los costos de construcciones públicas se disparaban por encima de lo calculado en forma escándalosa. Esto se repitió, sobre todo, en Estados federales gobernados por la socialdemocracia, que tiene una estrecha relación con los sindicatos.
El carácter sindical de la propiedad de la empresa no obstaculiza que los métodos de gestión aplicados sean los del capitalismo desatado, con un mínimo de cogestión obrera. El presidente de los sindicatos, Vetter, quiere ahora suspender a toda la presidencia de la empresa, hasta que se aclaren las acusaciones publicadas en Der Spiegel
El presidente Vietor, que está en entredicho como principal acusado, se defiende y dice que se niovió siempre dentro de la ley. Vietor, que ingresa anualmente unos veintidós millones de pesetas, se lamenta de que Hacienda quiera cobrarle el 50% de impuestos y dice que "como cualquier otro ciudadano intento, dentro del marco legal, ahorrar impuestos".
El principal motivo de acusación son los negocios paralelos a su actividad de presidente de la empresa. Vietor reconoce que posee veinticuatro casas en Hamburgo y participación en 217 viviendas en Berlín Oeste. Vietor asegura que sus negocios fueron autorizados por el presidente de los sindicatos, pero Vetter lo niega categóricamente.
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