24 muertos al estrellarse un DC-8 japonés en la bahía de Tokio

Veinticuatro personas han perdido la vida y otras 147 han resultado heridas, muchas de ellas gravemente, al estrellarse ayer en la bahía de Tokio un DC-8 de la compañía Japan Airlines, que se disponía a tomar tierra en el aeropuerto de Haneda, al sur de la capital. Todos los pasajeros, excepto uno, eran japoneses. El accidente se ha producido veinticuatro horas después del iricendio de un hotel en Tokio, en el que perecieron 32 personas.El avión procedía de Fukuoka, al sur del archipiélago, y tenía previsto su aterrizaje a las 8.55 horas (hora local). A. pesar de que la visibilidad era excelente, el DC-8 chocó con una baliza luminosa unos trescientos metros antes de llegar a la pista y quedó inicialmente semisurnergido en las aguas poco profundas de la bahía, donde desemboca el río Tama. Equipos de rescate y numerosos botes de pescadores acudieron inmediatamente a las tareas de salvamento.

El comandante de la aeronave, de 35 años, ha sobrevivido. El cho que con la baliza produjo la rotura del ala derecha. La cabina, seccionada, se incrustó en el fuselaje de la aeronave. Según uno de los su pervivientes, inmediatamente después del impacto la cabina del pasaje se vio invadida por vapores de gasolina, lo que hizo temer una explosión de los depósitos.

Algunos de los viajeros, con o sin chaleco salvavidas, se arrojaron al mar. Otros esperaron a los equipos de socorro manteniéndo se sobre las alas semisumergidas. Cinco horas después del accidente, tres pasajeros permanecían todavía bloqueados en la cabina.

Según un portavoz del Ministerio de Transportes japonés, el siniestro -primero de la aviación civil nipona desde junio de 1971- pudo deberse a un error del piloto ya que la aproximación a la pista se hacía en condiciones muy favorables. Tres horas después del siniestro se reanudaron las operaciones en el aeropuerto de Haneda, construido en 1931 en terreno ganados al mar.