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El canciller alemán pedirá un voto de confianza al Parlamento

El canciller federal alemán, el socialdemócrata Helmut Schmidt, anunció ayer ante la Prensa en Bonn, cuando presentaba el progrania de medidas contra el paro, que someterá al Parlamento federal (Bundestag) una votación de confianza sobre su permanencia al frente del Gobierno federal. Es la segunda vez en la historia de la República Federal de Alemania que un canciller presenta la moción de confianza.El 22 de septiembre de 1972, el entonces canciller Willy Brandt, que había perdido poco a poco la mayoría parlameritaria, presentó la moción de confianza. Brandt no obtuvo mayoría en el Bundestag, lo que provocó la disolución del Parlarnento y la convocatoria de nuevas elecciones, que el entonces canciller ganó brillantemente.

Schmidt comunicó ayer la noticia en medio de la conferencia de Prensa, de forma tan velada que no todos se dieron cuenta del alcance de sus palabras cuando dijo: "Pienso hacer uso del artículo 68 de la Constitución".

El artículo mencionado prevé que "si una moción de voto de confianza del canciller federal no fuese aprobada por la mayoría de los miembros del Parlamento federal, el presidente federal, a propuesta del canciller, podrá disolver el Parlamento federal dentro de un plazo de veintiún días.

Con la presentación de la moción de confianza, Schmidt quiere demostrar que cuenta con el apoyo parlamentario suficiente, y "dejar claro que el doctor Helmut Kohl tendrá todavía que esperar en sus ansias de gobernar". El canciller no informó a su Gabinete sobre sus planes de plantear la moción de confianza. "Se enterarán ahora, por los teletipos", dijo.

Discusiones en la coalición

Las discusiones sobre un programa coyuntural contra el paro dividieron y debilitaron a la coalición social liberal durante los últimos meses. En el Bundestag, Schmidt cuenta con votos suficientes para ganar cómodamente la "moción de confianza". Con 216 diputados socialdemócratas (SPD) y 53 liberales (FDP), Schmidt dispone de 269 votos, veinte más de la mayoría necesaria para seguir al frente del Gobierno. Esto permite anticipar que el próximo viernes, cuando se vote la moción de confianza, Helmut Schmidt seguirá en la Cancillería.

La decisión de Schmidt es una medida política para acabar con las reticencias del ala izquierda de su partido socialdemócrata y, al mismo tiempo, obligar a los liberales a definirse claramente a favor de la actual coalición gubernamental con los socialdemócratas.

Esta decisión es importante en un año con cuatro elecciones a parlamentos regionales (Laender). Schmidt dijo que unía la moción de confianza con el voto en el Bundestag sobre el paquete de medidas contra el paro.

El mismo día en que se anunció oficialmente que las cifras de parados casi llegan a los dos millones, los partidos de la coalición gubernamental, socialdemócratas y liberales, su pusieron de acuerdo en Bonn para poner en marcha una "iniciativa conjunta" para el "empleo, crecimiento económico y estibilidad". La medida esencial del plan prevé la subida del 13% al 14% del impuesto sobre el valor ariadido (IVA), a partir del 1 de julio de 1983, con lo que se esperan obtener los fondos necesarios para financiar el programa conyuntural.

El acuerdo llegó después de un largo tira y afloja entre los socios de la coalición, socialdemócratas y liberales, y fuertes polémicas dentro del partido socialdemócrata. Schmidt dijo ayer, en el momento de presentar el programa, que "con esto se pone fin a una discusión que fue perjudicial y habría llevado a una paralización de la economía".

En las últimas semanas, las informaciones contradictorias sobre el programa contra el paro habían llevado la inseguridad a la vida económica de la República Federal de Alemania. El plan puesto en marcha parece más conforme a los planes del partido liberal. El ministro de Hacienda, el socialdemócrata Hans Matthoefer, quería haber subido el impuesto sobre combustibles para financiar el programa. Ayer en Bonn, Matthoefer desapareció por enfermedad, pero se especula con una posible enfermedad táctica y se llegó a rumorear sobre una posible dimisión.

El programa contra el paro llega precisamente en el momento en que se comunicó oficialmente la cifra de parados, que circulaba bajo cuerda en Borin desde hace varios días. La Oficina Federal de Trabajo comunicó ayer que el número de parados en el mes de enero es de 1.949.754, lo que representa un 8,2% de la población activa.

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