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La recuperación de botellas y envases vacíos permitirá construir un polideportivo en Moratalaz

Los vecinos de Moratalaz podrán disfrutar de una nueva zona deportiva gracias a las botellas, tarros, frascos y todo tipo de envases de vidrio que hasta ahora se tiraban a la basura. Este será el primer resultado de la campaña Vidrio, sí, gracias, iniciada anteayer en el citado barrio, consistente en la distribución de 120 iglús de poliéster de gran tamaño, en los que los vecinos depositarán, según las previsiones, unos 625.000 kilos de botellas vacías para su reciclaje y fabricación de nuevos envases, lo que supondrá, además de la disminución del volumen de basura, un ahorro de 62.500 kilos de petróleo.

El pasado mes de junio, el Ayuntamiento y la Asociación Nacional de Empresas de Fabricación Automática de Envases de Vidrio (Anfive) firmaban un acuerdo para conseguir que, paulatinamente, las 60.000 toneladas de vidrio que se calcula se tiran en Madrid a la basura sean aprovechadas en la fabricación de nuevas botellas.Las ventajas de esta retirada selectiva del vidrio -representa un 6% del millón de toneladas de basura que se recogen al año en Madrid- serán varias, ya que, al separar basura de vidrios, se facilitará la transformación de los desperdicios en abonos, mientras que el vidrio podrá volver a ser utilizado, con el consiguiente ahorro de materias primas y de combustible.

A cambio del vidrio que se rescate y del gasto que ha supuesto para el Ayuntamiento la adquisición de los contenedores, los fabricantes de envases ingresarán en las arcas municipales una cantidad determinada por cada kilo de botellas dejado por los vecinos en los iglús colocados en cuarenta puntos diferentes de Moratalaz. Este dinero, según se ha acordado, servirá para construir una zona deportiva en la zona.

Según los cálculos de los fabricantes de envases del vidrio, los 125.000 vecinos de Moratalaz tiran, por término medio, unos cinco kilos de vidrio por habitante y año, lo que supone que se recogen unos 625.000 kilos, algo más del 1% del vidrio que se tira en Madrid. Esta cantidad, si se lograra recuperar, equivaldría a 850.000 kilos de materias primas o a unos 62.500 kilos de petróleo, que se ahorrarían en el proceso de fabricación no sólo del vidrio, sino también de las materias primas utilizadas.

Pero este ahorro sólo se logrará en caso de que la campaña presentada anteayer por el alcalde de Madrid, Enrique Tierno, consiga que los vecinos dejen sus viejos hábitos de meter los envases no retornables en las bolsas de basuras, bidones, papeleras o contenedores de obras y opten por depositarlos en los nuevos recipientes, que, con el tiempo, terminarán formando parte del mobiliario urbano de la capital.

Los nuevos iglús, que pesan unos ochenta kilos y tienen una capacidad para almacenar hasta cuatrocientos kilos de vidrio, son de distinto color -blanco, verde y marrón-, lo que permitirá a los vecinos hacer una clasificación previa de los envases según su color. Aunque estos envases serán limpiados de impurezas en las plantas de tratamiento que funcionan entre las localidades de Villaverde y Getafe, se intenta que salgan del barrio lo más limpios que se pueda. Para ello se ha distribuido entre los vecinos de Moratalaz un folleto explicativo, en el que se pide que antes de meter el envase en el iglú se compruebe que no lleva tapón, chapa o corcho; asimismo se solicita la no introducción en los contenedores de bombillas, lámparas fluorescentes, cristales y lunas, ya que no pueden ser utilizados para la fabricación de nuevos envases.

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