Reagan vendrá a Europa en junio para asistir a las 'cumbres' de la OTAN y de los siete países más industrializados
La tradicional cumbre anual de los siete líderes de las principales potencias del bloque occidental servirá de marco para la primera visita a Europa del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan. Prevista para los días 4 y 5 de junio, en Versalles (Francia), la cumbre económica será seguida de otra atlántica, los días 10 y 11, en Bruselas o Luxemburgo, entre los líderes de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Una visita al Vaticano para entrevistarse con el Papa completaría el viaje, de unos diez días de duración, de Reagan por Europa.
Fuentes diplomáticas no excluyen una eventual y breve estancia del presidente Ronald Reagan en Madrid, a ejemplo de la que realizó el presidente Jimmy Carter, en junio de 1980, a su regreso hacia Estados Unidos, después de haber participado en la cumbre económica de Venecia. "Otras escalas podrían añadirse al itinerario", declararon medios de la Casa Blanca sin aportar mayores precisiones.Hay que destacar que, siguiendo el calendario previsto, para junio próximo España habrá formalizado, posiblemente, todos los requisitos para el ingreso oficial en la OTAN.
La ratificación parlamentaria de los actuales países miembros no debería hacerse esperar -Reagan envió al Senado una petición para la rápida ratificación el pasado miércoles- y el presidente del Gobierno español sería uno más entre los dieciséis miembros de la cumbre atlántica, a celebrar bién en Bruselas, bién en Luxemburgo.
El portavoz de la Casa Blanca señaló que la admisión de España en la OTAN estará ratificada antes de la cumbre de Bruselas. "La reunión dará una oportunidad a la Alianza Atlántica para formular su respuesta a los desafíos de esta década", dijo Larry Speakes, portavoz de la Casa Blanca. Añadió que desde 1978 no ha habido ninguna cumbre de la OTAN.
Crisis polaca
Será precisamente la crisis política entre los aliados occidentales, cada vez más patente tras los acontecimientos en Polonia, lo que constituirá el eje principal del viaje de Reagan a Europa. Pero, con o sin diferencia de matiz, a la hora de negociar con los soviéticos, la cumbre atlántica de jefes de Estado o de Gobierno en el seno de la OTAN tendrá el valor para Washington de demostrar a Moscú la solidaridad interaliada. Esta es una prueba imprescindible para Reagan antes de la reunión previsible con el premier soviético, Leónidas Breznev, que podría celebrarse antes de fin de año.La visita de presidente Ronald Reagan al viejo continente tendrá también impacto entre la opinión pública norteamericana Sobre todo si a la cumbre económica de Versalles Ronald Reagan puede llegar con una carpeta debajo del brazo que encierre los primeros síntomas de recuperación económica en Estados Unidos.
Un presidente ganador, tanto en el frente internacional como en el plano anterior, puede convertirse en el mejor elemento de campaña electoral para los republicanos en EE UU cara a las elecciones de noviembre para la renovación de la Cámara de Representantes y parte del Senado.
Sin embargo, el viaje, lejos de ser un paseo de placer para el veterano Ronald Reagan, no está exento de serios riesgos, sobre todo si EE UU se embarranca cada vez más en El Salvador, o si fracasan las incipientes negociaciones de Ginebra para una reducción de armamento nuclear.
Elementos, ambos, que podrían repercutir en que la estancia de Reagan por tierras europeas fuera también motivo para manifestaciones populares contra la política internacional de la Administración republicana.
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