Tres barcos extranjeros retenidos por problemas económicos en dos puertos canarios

Tres barcos se encuentran retenidos en dos puertos canarios por motivos económicos. Al caso del trasatlántico italiano Achille Lauro, de la flota Lauro (véase EL PAIS del 27-1-1982) se le han sumado dos más, los del buque Jaral, en el puerto de Tenerife, y del pesquero de bandera mauritana Kamarata, en el puerto de La Luz, en Las Palmas.

La situación del Achille Lauro, uno de los trasatlánticos de mayor solera de cuantos realizan cruceros turísticos en Europa, se ha complicado en las últimas horas. La primera demanda de embargo de una firma de contenedores contra su empresa propietaria, por una deuda de 39 millones de pesetas, ha sido el comienzo de una lluvia de reclamaciones. Ahora, una empresa comercial griega pretende embargar al mismo navío por cuarenta millones de pesetas y la Compañía Española de Petróleos (CEPSA) lo ha hecho también por veinticuatro millones de pesetas, según las demandas presentadas y tramitadas por los juzgados 1 y 2, respectivamente, de Santa Cruz de Tenerife.El barco, que debía reanudar el sábado pasado un crucero turístico hacia aguas británicas, permanece aún en el muelle sur de Santa Cruz de Tenerife y su tripulación, a la que la compañía, al parecer, le adeuda dos meses de salario, amenaza con ir a la huelga e interrumpir las tareas de mantenimiento del buque, una vez hayan sido evacuados todos los pasajeros, algo más de 500, que están siendo trasladados por avión y por barco hacia Londres.

El despacho de las autoridades de Marina para que el Achille Lauro, que debe pagar 30.000 pesetas por estadía en el puerto, pueda zarpar entraña dificultades, ya que se aguardan otras órdenes de embargo.

Por otra parte, el carguero español Jaral, con matrícula de Huelva, se encuentra retenido en el antepuerto tinerfeño por otro embargo que al parecer han solicitado sus tripulantes por adeudarles la empresa propietaria del buque mercante varios salarios.

Pesquero camuflado para huir de una orden de embargo

En el puerto de La Luz, en Las Palmas, las autoridades marinas han logrado descubrir que se encontraba atracado un pesquero, actualmente con bandera mauritana, que fue en sus orígenes propiedad española y que ha cambiado de nombre dos veces para camuflarse. El embargo de este barco había sido solicitado hace dos años por el Banco de Madrid, el Instituto Social de la Marina y varias empresas españolas, pero en aquella ocasión consiguió huir del control oficial. Ahora, una patrullera de la comandancia de Marina, le vigila de forma permanente.